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El investigador del accidente del Alvia culpa a la exministra Pastor de no reabrir el análisis como pidió la UE y luego rectifica

Vicente Rallo Guinot, presidente de la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF) de Fomento cuando se investigó el accidente del Alvia

David Reinero

“No, no, esto está ya acabado, presentado y liquidado”. Esa fue, según el máximo responsable de la investigación oficial del accidente de Angrois, que culpó sólo al maquinista, la respuesta que recibió de la entonces ministra de Fomento, la popular Ana Pastor, cuando le comunicó su opinión favorable a reabrir ese análisis después de que así lo pidiese hace más de dos años la Unión Europea. Así lo aseguró este miércoles en la comisión de investigación del siniestro en el Congreso de los Diputados Vicente Rallo Guinot, presidente entonces de la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF). Horas más tarde, pidió comparecer nuevamente y negó que hubiera dicho lo que había dicho. También este miércoles su sucesor, Fernando Montes Ponce de León, volvió a rechazar reabrir la investigación como sigue pidiendo la Comisión Europea.

En junio de 2014, once meses después del accidente del tren Alvia que el 24 de julio de 2013 dejó 80 muertos en la curva de Angrois, a la entrada de Santiago, la CIAF hizo pública su investigación, en la que consideró como única causa del siniestro el despiste que sufrió su maquinista, que no frenó a tiempo sin que hubiese activo ningún sistema que evitase su previsible error humano. Por esa carencia de sistemas de seguridad fueron imputados en los últimos meses en la causa judicial seis técnicos de Adif, Renfe e Ineco además del maquinista. Pero antes de eso, la Agencia Ferroviaria Europea hizo público a comienzos de julio de 2016 un duro informe, demorado varios meses por el Gobierno español, en el que criticó la investigación de la CIAF por considerar que se había centrado sólo en analizar el error humano del maquinista pero no las causas subyacentes que llevaron a él, además de considerar que el nombramiento entonces de los investigadores por el Ministerio de Fomento hacía que el análisis no fuese independiente.

Desde hace más de dos años la Comisión Europea viene reclamando a España que realice una nueva investigación independiente de Angrois, a lo que los sucesivos gobiernos vienen respondiendo que no está en su mano porque ahora la CIAF ya sí es independiente y sus miembros ya son nombrados por el Congreso y no por Fomento. Pero según contó este miércoles en su comparecencia el entonces presidente de la CIAF, Rallo Guinot, cuando fue conocedor de las críticas de la Agencia Ferroviaria Europea su opinión fue que “bien, que por nosotros no hay ningún problema” en volver a hacer otra investigación e incluso que así se lo comunicó “a la ministra” Ana Pastor, pero aseguró que la respuesta de ella fue “no, no, esto está ya acabao, presentao y liquidao”. A pesar de que Rallo Guinot insistió en asegurar que actuó siempre con independencia, la CIAF finalmente no decidió reabrir la investigación ni realizar otra en el más de un año que transcurrió desde que la agencia europea comunicó su opinión a España a comienzos de 2016 hasta que él dejó el cargo a comienzos de 2017.

Tras esas palabras de Rallo Guinot, el PP y el entorno de Ana Pastor se movilizaron para desmentirlo, destacando que mentir en una comisión de investigación es delito. La CIAF emitió un comunicado indicando que su ex-presidente “niega categóricamente” que en su comparecencia “haya manifestado que la entonces ministra, Ana Pastor, le diera instrucciones sobre no continuar la investigación”, negando así haber dicho lo que sí había dicho. Y el propio Rallo Guinot volvió a aparecer por la tarde en el Congreso, horas después de su primera intervención matutina, para pedir intervenir nuevamente en la comisión y corregirse a sí mismo sobre esa cuestión. Formaciones como En Marea y BNG, así como la plataforma de víctimas del accidente, criticaron lo que consideraron presiones de Pastor para hacer rectificar a Rallo Guinot.

Por otra parte, en su comparecencia inicial Rallo Guinot no aclaró, cuando se le preguntó por esa cuestión, por qué la CIAF obvió en su investigación que los riesgos de la curva de Angrois no habían sido analizados por una entidad independiente, pero admitió cierta prisa por finalizar su informe en menos de un año tras el accidente y que eso pudo provocar errores en algún “detalle”.

Y como ya hizo en su momento cuando compareció en 2014 en la subcomisión de mejora del sistema ferroviario creada también en el Congreso tras el siniestro, Rallo insistió en lo perjudicial para la seguridad ferroviaria que a su juicio fue la separación en 2005, a petición de la UE, de Renfe y Adif como empresas públicas a las que se encargó por separado la gestión de los trenes y las vías repectivamente. Con Renfe y Adif aún unidas, considera Rallo, el accidente de Angrois “no habría pasado jamás” ya que los responsables de seguridad de los trenes tendrían mejor comunicación con los encargados de señalizar las vías.

Tras Rallo Guinot compareció en el Congreso su sucesor desde comienzos de 2017 y actual presidente de la CIAF, Fernando Montes Ponce de León, quien insistió, entre críticas a la agencia ferroviaria europea, en que “no tiene objeto hacer una nueva investigación”. Esa negativa, ahora que la CIAF es nombrada por el Congreso y no por Fomento, es el argumento que viene esgrimiendo el Gobierno para explicar su incapacidad de darle la orden de reabrir la investigación, lo que a su vez viene provocando la “frustración” con España de la comisaria europea de Transporte, Violeta Bulc, según ella misma les transmitió a las víctimas del siniestro hace unos meses.

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