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Los trabajadores de la Fundación para la Dependencia han arrancado este miércoles su huelga indefinida con un seguimiento de entre el 85 y el 90%. Su primera acción reivindicativa ha sido una concentración frente a la sede de la Conselleria de Familias, Bienestar Social y Atención a la Dependencia, en Palma, que ha congregado alrededor de un centenar de manifestantes.
Según ha explicado la presidenta del comité intercentros de la Fundación para la Dependencia, Marina Martínez, hay un total de 850 trabajadores que prestan servicio en una docena centros y residencias de Mallorca e Eivissa. Son, concretamente, trabajadores de las residencias de Son Llebre, Son Tugores y Son Güells a Mallorca y de Can Raspall, Can Blai y Sa Serra de Eivissa. También del Servicio de Cuidados y Apoyo para Personas Adultas y del Centro Ocupacional Sa Riera.
Aquellos que se encuentran en sus puestos de trabajo para cubrir los servicios mínimos decretados, ha asegurado, también han expresado su apoyo a las movilizaciones y su “firme voluntad de secundar la huelga”. Según ha informado el CSIF en un comunicado, estos se han concentrado esta mañana a las puertas de sus respectivos puestos de trabajo para escenificar su adhesión a la huelga. “Llevamos arrastrando una situación patética que no se puede sostener más y los trabajadores han dicho basta”, ha afirmado Martínez en declaraciones a los medios de comunicación.
La sindicalista ha adelantado que llevarán sus reivindicaciones ante el Tribunal de Mediación y de Arbitraje de Baleares (Tamib) y que tienen previsto volver a reunirse con el departamento que dirige la consellera Sandra Fernández y la Conselleria de Trabajo, Función Pública y Diálogo Social el próximo 27 de octubre “para hacer seguimiento del conflicto”.
“Esperábamos una propuesta firme que desbloqueara el conflicto, pero la que hemos recibido no nos sirve de nada, ni tan solo tenemos la seguridad de que Función Pública pueda dar por válido ese acuerdo”, ha expresado. El contacto con la administración autonómica “no se ha roto”, pero los trabajadores han decidido “no sostener más esta situación”. “Decimos basta”, ha apostillado.
Su principal reivindicación, ha incidido, es la mejora de sus condiciones laborales y la equiparación salarial con los trabajadores del sector que están contratados de forma directa por la administración, quienes cobran entre 200 y 500 euros mensuales más dependiendo de la categoría laboral. “Estamos cobrando sueldos muy por debajo de los compañeros que realizan tareas análogas, y eso sin contar la carrera profesional. Es una diferencia abismal, y tenemos condiciones muy inferiores”, ha dicho.
A partir de las 11.00 horas de este miércoles se han congregado frente a la Conselleria un centenar de personas ataviadas con pancartas, entre las que se podían leer mensajes como 'Se vende el trabajo digno #GOIB', 'Dependència, pujada salarial, dignitat laboral' o 'Somos esenciales pero seguimos invisibles'. Allí han permanecido hasta alrededor de las 12.00 horas, tiempo durante el cual han coreado diversas proclamas y han hecho ruido con silbatos y tambores. También hay convocada una concentración frente al Centre Base de Eivissa.
Los organizadores de la huelga han advertido que las concentraciones se repetirán todos los días, a la misma hora y en las mismas localizaciones, hasta que la administración “dé una solución real que permita dignificar las condiciones laborales de los profesionales que atienden a la dependencia”.
Falta de estabilidad
La presidenta del comité de la residencia centro de día Son Güells, Isabel García, ha puesto el foco en las dificultades añadidas que supone “la falta de personal” habida cuenta de que el modelo de muchas de los centros siguen un modelo “centrado en la persona” que requiere de estabilidad.
“Necesitamos que los trabajadores estén consolidados, que conozcan a los residentes para darles un buen servicio. Con los cambios de personal es imposible, porque no se consolidan y no conocen a los residentes. Y si tenemos gente nueva, cada vez es volver a empezar”, ha apuntado.
Aunque la situación es especialmente complicada en Eivissa, donde “faltan muchas plazas por cubrir que quedan desiertas”, la falta de personal se extiende al resto de centros gestionados por la Fundación para la Dependencia. “Hoy estamos en servicios mínimos, pero realmente siempre estamos en ratios mínimas, por lo que no hay diferencia”, ha aseverado.