Biden y Macron rebajan tensiones por la crisis australiana: se citan para verse en persona y el embajador francés regresará a Washington

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —

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El conflicto entre Joe Biden y Emmanuel Macron empieza a bajar de temperatura. El presidente francés, Emmanuel Macron, y el de EEUU, Joe Biden, han hablado este miércoles a petición del líder de la Casa Blanca para abordar las tensiones desatadas por la alianza entre EEUU, Australia y Reino Unido que ha dejado a Francia sin un contrato millonario de submarinos con Camberra.

“Los dos mandatarios han decidido abrir un proceso de consultas en profundidad”, afirma un comunicado de la Casa Blanca, “encaminadas a crear las condiciones para asegurar la confianza y proponer medidas concretas hacia objetivos comunes. Se reunirán en Europa a finales de octubre para llegar a acuerdos y mantener el impulso de este proceso. El presidente Emmanuel Macron ha decidido que el embajador francés regresará a Washington la próxima semana. Luego comenzará un trabajo intensivo con altos funcionarios estadounidenses”.

Por su parte, el presidente Biden “reafirma la importancia estratégica del compromiso francés y europeo en la región del Indo-Pacífico, incluso en el marco de la estrategia de la Unión Europea recientemente anunciada. Estados Unidos también reconoce la importancia de una defensa europea más fuerte y capaz, que contribuya positivamente a la seguridad transatlántica y global y sea complementaria a la OTAN”.

Además, Biden se compromete en algo de interés prioritario para Francia. “En el marco de su lucha conjunta contra el terrorismo, Estados Unidos se compromete a reforzar su apoyo a las operaciones antiterroristas en el Sahel realizadas por estados europeos”, afirma el comunicado.

En paralelo, el primer ministro británico, Boris Johnson, ha echado más leña al fuego con un juego de palabras mitad en francés mitad en inglés, pidiendo a Macron que se tranquilice. Y en un momento de tensión entre la UE y Londres por las decisiones unilaterales de Downing Street relacionadas con el Brexit.

En declaraciones ante periodistas a las puertas del Capitolio de Washington, donde se encuentra de visita oficial, Johnson envió un mensaje a Francia sobre las críticas vertidas contra los tres países firmantes del acuerdo AUKUS: “Creo que es hora de que nuestros queridos amigos de todo el mundo se tranquilicen sobre todo esto y me den un respiro”, afirmó Johnson en tono jocoso y haciendo un juego de palabras entre el idioma inglés y el francés: “El pacto es fundamentalmente un gran paso a favor de la seguridad global. Son tres aliados de mentalidad muy similar apoyándose hombro con hombro y creando una nueva alianza para compartir tecnología”, agregó.

Francia tenía un contrato para la entrega a Australia de 12 submarinos de propulsión convencional valorado en 56.000 millones de euros (unos 65.656 millones de dólares), que fue anulado por Camberra dentro de esa alianza que le garantiza contar con sumergibles nucleares con tecnología estadounidense.

Por un lado, el anuncio de la alianza entre Australia, Reino Unido y EEUU (AUKUS, por las iniciales de los países en inglés) ha motivado que la UE reflexione sobre su impacto en el calendario de las negociaciones de un acuerdo de libre comercio con Australia, cuya próxima ronda se programó en principio para octubre.

Y, lo que es más profundo, la Comisión Europea va a “analizar” el impacto que la alianza AUKUS puede tener en su negociación comercial con el Estados Unidos de Joe Biden, ni más ni menos, semanas después del fiasco de Afganistán tras la decisión unilateral de Washington de abandonar el país.

“Algunos describen la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán y el acuerdo AUKUS entre Estados Unidos, Australia y el Reino Unido como una llamada de atención para Europa”, ha dicho este martes el comisario europeo de Mercado Interior en el Consejo Atlántico en Washington, el –por otro lado– francés Thierry Breton: “Hay un sentimiento creciente en Europa, y lo digo con pesar, de que algo está roto en nuestras relaciones transatlánticas. Después de los últimos acontecimientos, existe una fuerte percepción de que la confianza entre la UE y EEUU se ha erosionado. Por lo tanto, probablemente sea hora de hacer una pausa y restablecer la relación UE-EEUU”.