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La mayoría que sustenta a Von der Leyen cierra filas, entre críticas, contra la moción de censura impulsada por la ultraderecha

Irene Castro

Corresponsal en Bruselas —
7 de julio de 2025 19:50 h

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La mayoría que sustenta el Colegio de Comisarios presidido por Ursula von der Leyen ha cerrado filas frente a la moción de censura que han impulsado eurodiputados de la ultraderecha. La iniciativa no tiene visos de prosperar y los grupos de la 'coalición que gobierna la UE' la rechazarán, pero sí han aprovechado el debate para dar un tirón de orejas a la alemana por su flirteo con la extrema derecha y la marcha atrás que ha imprimido a la agenda verde.

“No puedo prometer que en el futuro estemos siempre de acuerdo en todo. Pero lo que sí puedo prometer es que siempre estaremos dispuestos a trabajar por el compromiso y la unidad”, se ha comprometido Von der Leyen en su intervención en el Parlamento Europeo. La alusión iba dirigida, fundamentalmente, a los socialistas, liberales y verdes que, junto con el PP europeo, forman parte de la mayoría que sustenta a la Comisión Europea.

La moción de censura se votará el próximo jueves después de haber logrado las firmas de al menos una décima parte de la Eurocámara (finalmente fueron 77) a la propuesta formulada por el eurodiputado rumano de la extrema derecha Gheorghe Piperea por la sentencia que rechazó los argumentos de Bruselas para ocultar los SMS de Von der Leyen con el CEO de Pfizer durante la pandemia, cuando se rubricaron los contratos multimillonarios de las vacunas contra la COVID-19 así como por la decisión de la Comisión Europea de dejar al Parlamento Europeo fuera de las decisiones del plan de rearme.

“Cualquier afirmación de que algún país no sabía sobre los contratos, los precios o las cantidades es simplemente una mentira”, se ha defendido Von der Leyen: “Podemos seguir al señor Piperea en su mundo de conspiraciones y supuestas tramas siniestras de lo que él llama ”Bruselas“ o podemos llamar a esto por su nombre: otro burdo intento de dividir a nuestras instituciones y a las fuerzas proeuropea y prodemocráticas de esta casa. No podemos dejar que eso suceda”.

“A Putin le gustará lo que sus amigos están haciendo aquí”, se ha quejado el presidente del PP europeo, Manfred Weber, cuyo grupo ha llamado a rebato a sus 188 eurodiputados para que acudan a la Eurocámara el jueves. “La votación es obligatoria”, les recuerda en una circular, a pesar de que es improbable que salga adelante. El alemán ha dicho que la iniciativa es un “riesgo” en un momento delicado de la UE, a las puertas de que se conozca cómo acaba la guerra arancelaria de Donald Trump. También ha tendido la mano a socialistas y liberales al recordar que votan juntos en el 90% de las ocasiones, restando importancia a las veces que su grupo ha sacado adelante iniciativas con los tres grupos de la ultraderecha, como la moción para reconocer a Edmundo González como presidente electo de Venezuela.

Pero Weber ha hecho una defensa cerrada de la 'coalición' europea. Y, tras haber alentado la rebelión del PP de Alberto Núñez Feijóo contra Teresa Ribera el pasado mes de noviembre, ha reivindicado su figura en el ejecutivo comunitario. Con Von der Leyen, Ribera y [Stéphan] Séjourné [el vicepresidente liberal], tenemos una Comisión equilibrada“, ha expresado.

La presidenta de los socialdemócratas, Iratxe García, le ha reprochado esos acuerdos que ha definido como un “fracaso” de la estrategia de los populares. “Respeten el acuerdo de legislatura, la palabra dada”, ha dicho García, en referencia fundamentalmente a la marcha atrás en la agenda verde. “Esta moción liderada por la ultraderecha no contará con el voto a favor de mi grupo. No porque defendamos el rumbo de la Comisión Europea sino porque no vamos a regalar ni un voto a quienes como Le Pen, Orbán o Abascal quieren destruir la UE”, ha expresado: “Frente a ese asalto no caben dudas”.

La advertencia por los acuerdos con la ultraderecha ha llegado también de las filas liberales. “Nada se puede dar por sentado”, le ha dicho la portavoz, Valérie Hayer, a Von der Leyen respecto a sus apoyos en el futuro: “Ponga orden en su familia política”. Y en una línea similar se ha pronunciado el coportavoz de los verdes, Bas Eickhout, que le ha recordado que no hay una mayoría alternativa sin la ultraderecha: “Está alimentando a la bestia y la bestia se la va a comer”.

La moción de censura coloca a la extrema derecha en una situación complicada. El eurodiputado rumano que la ha impulsado pertenece al grupo de los Conservadores y Reformistas (ECR) que lideran los Fratelli d'Italia de Giogia Meloni, que no ven con buenos ojos la iniciativa. “Es un error, un gran regalo a nuestros adversarios políticos y llega en el momento de su mayor frustración”, ha dicho el portavoz, Nicola Procaccini. “Gracias a unas mayorías de centro derecha nunca vistas hasta ahora, estamos consiguiendo devolver un poco de sentido común a esta Cámara”, ha dicho el eurodiputado de ECR, un grupo en el que Von der Leyen busca apoyarse pese al veto del resto de sus aliados. “Habrá libertad de voto en ECR, pero esta moción de censura está condenada al fracaso”, ha sentenciado.

El grupo de La Izquierda ha reiterado que se “opone firmemente” a la Comisión Von der Leyen “por socavar los derechos de los trabajadores y la acción por el clima, por apoyar acuerdos comerciales perjudiciales como Mercosur y por el apoyo cómplice de la presidenta al genocidio en Gaza”. No obstante, también rechaza la “farsa” de moción de censura presentada por la ultraderecha. “La moción presenta teorías conspirativas sobre las elecciones en Rumanía y Alemania y sólo sirve para promover las ambiciones políticas de los eurodiputados de extrema derecha”, señala ese grupo.