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¿Quién puede salvar a los civiles de Gaza de los bombardeos y una posible ofensiva terrestre de Israel?

Civiles huyen de la ciudad de Gaza, ante la posibilidad de una invasión terrestre Israelí.

Francesca Cicardi

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Después de que Israel haya pedido a los residentes de la ciudad de Gaza y la zona norte de la franja que se marchen hacia el sur, ante una posible ofensiva terrestre del Ejército israelí que –tal y como ha advertido su portavoz Jonathan Conricus– seguirá “operando con una fuerza significativa”, ¿qué opciones tienen los gazatíes? ¿Hacia dónde pueden huir?

Son más de un millón los habitantes que se encuentran en las áreas que Israel ha ordenado evacuar y, además de la imposibilidad de desplazar a tantas personas en 24 horas –la ONU ya ha dicho que es imposible hacerlo sin unas consecuencias humanitarias “devastadoras”–, tampoco saben a dónde dirigirse, ya que toda la franja y las poblaciones meridionales están siendo sometidas a duros bombardeos desde hace varios días, sobre todo, Jan Younis.

En el extremo sur de Gaza se sitúa la localidad de Rafah, en la frontera con Egipto, donde el paso fronterizo del mismo nombre permanece cerrado, debido a varios bombardeos israelíes en el lado palestino a principios de la semana.

Egipto cierra la puerta a los palestinos

El Gobierno de El Cairo se ha mostrado muy tajante y ha rechazado permitir la entrada a Egipto de cientos de miles de gazatíes –más de 400.000 desplazados por los bombardeos de Israel hasta ahora– a través del cruce de Rafah.

El presidente egipcio, Abdelfattah Al Sisi, ha asegurado que hará todo lo que esté en su mano para proteger la “seguridad nacional” del país y ha afirmado que los palestinos “deben permanecer en su tierra” para evitar un nuevo desplazamiento forzado.

Egipto no puede permitirse en estos momentos acoger a un gran número de refugiados porque carece de recursos y ya se ha visto obligado a recibir a más de 300.000 sudaneses que han huido de la guerra que estalló en ese país el pasado abril. Con una grave crisis económica y elecciones presidenciales en menos de dos meses, el régimen no quiere que el conflicto en Gaza afecte de ninguna forma a la imagen del mariscal Al Sisi, ni a la maltrecha economía.

Además, la frontera de Gaza se sitúa en una zona muy inestable debido a la presencia de combatientes extremistas vinculados al grupo Estado Islámico, con los que las fuerzas de seguridad egipcias se enfrentan prácticamente a diario, en el noreste y centro de la península del Sinaí. Para mantener la seguridad de su frontera con Gaza y con Israel, Egipto colabora tanto con Hamás como con Israel, en especial, con los servicios de Inteligencia del Estado judío.

Desde el jueves, El Cairo ha reforzado considerablemente la seguridad en el área fronteriza de Rafah, donde ha desplegado personal y vehículos militares, según el medio independiente egipcio Mada Masr, que cita fuentes locales.

¿Un corredor humanitario?

El Cairo sí ha ofrecido abrir el paso de Rafah para que entre la ayuda y otros suministros básicos a la franja, después de que Israel decretara a comienzos de la semana el bloqueo total del enclave palestino.

“Egipto está dispuesto a que la ayuda humanitaria y médica llegue a la franja” ha afirmado Al Sisi, cuyo Gobierno ha puesto a disposición el aeropuerto de Al Arish, a unos 50 kilómetros de la frontera con Gaza, para que llegue esa ayuda. Jordania y Turquía ya han enviado un avión cargados con suministros humanitarios el jueves y el viernes, respectivamente.

Sin embargo, Egipto no permitiría que los civiles usen ese corredor humanitario para huir de Gaza, según ha revelado una fuente de seguridad egipcia a la agencia de noticias Reuters. Hasta el actual estallido de la violencia, sólo los palestinos con permisos médicos y otros casos especiales podían salir de la franja y a acceder a Egipto a través del cruce de Rafah

Por su parte, el Ministerio de Exteriores ha negado que la frontera esté cerrada, sino que la terminal ha sufrido daños por los bombardeos israelíes y “no puede operar con normalidad”. Como en muchas otras ocasiones, la diplomacia egipcia está en contacto con todas las partes involucradas y aquellas que pueden ejercer presión para lograr que se detenga la violencia, aunque las declaraciones de los dos bandos beligerantes indican que aún es pronto para alcanzar una tregua, ni siquiera de unas horas para permitir el reparto de ayuda humanitaria.

El portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, ha asegurado en declaraciones a la CNN que Washington está trabajando con Israel y Egipto para ofrecer un corredor seguro a los civiles de Gaza. Por su parte, la ministra alemana de Exteriores Annalena Baerbock también ha dicho que está hablando con Egipto, Naciones Unidas y “diferentes actores” sobre corredores seguros para los civiles de la franja y ha agregado que “la capacidad en el sur de Gaza ya está saturada”. 

A pesar de la resistencia que ha mostrado Egipto en esta primera semana de guerra, puede que antes o después tenga que ceder a las presiones internacionales, sobre todo las de su aliado, Estados Unidos, y también las de su opinión pública, para permitir que los gazatíes huyan de una muerte segura a través de la única vía de escape.

Jordania, impotente

Además de Al Sisi, el rey de Jordania, Abdalá II, ha mostrado su rechazo a la idea que los residentes abandonen la franja y sean desplazados nuevamente –la mayor parte de la población de Gaza procede originariamente de otras regiones de Palestina de las que fue expulsada tras la creación del Estado de Israel en 1948–.

El monarca ha advertido al secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, durante su visita a Ammán, contra “cualquier intento de desplazar a los palestinos de todas las tierras palestinas” y también ha alertado de que la actual crisis “no debe extenderse a los países vecinos y exacerbar la cuestión de los refugiados” (más de dos millones de refugiados palestinos están asentados en Jordania desde hace generaciones y muchos tienen la nacionalidad jordana).

Abdalá II también ha destacado la “necesidad de abrir corredores humanitarios urgentes” y ha sido el primer país en enviar un cargamento de ayuda humanitaria a Egipto, que ha sido recibido por la Media Luna Roja de ese país, pero aún no ha podido ser entregado en Gaza.

Si bien Jordania mantiene relaciones diplomáticas con Israel desde hace tres décadas y, en base al acuerdo de paz con el Estado judío, es el guardián de los santos lugares musulmanes y cristianos en Jerusalén Este (anexionado por Israel en 1967), sus intentos de ejercer presión sobre las autoridades israelíes y sus aliados estadounidenses no están surtiendo efecto de momento.

Intentos de mediación

Turquía también ha enviado un avión con ayuda humanitaria al aeropuerto de Al Arish, que ha sido recibido este viernes por la Media Luna Roja de Egipto, que será la encargada de llevar la ayuda a Gaza, tal y como ha hecho en otras ocasiones. Mientras, la Sociedad de la Media Luna Roja qatarí ha anunciado un paquete de ayuda de 1 millón de dólares para la emergencia en Gaza, donde ya está ofreciendo suministros sanitarios y apoyo a los hospitales de la franja, según ha informado.

Qatar es uno de los principales donantes de Gaza habitualmente y un importante aliado de Hamás, pero en esta situación está por ver cómo conseguirá hacer llegar la ayuda necesaria a la franja y cómo seguirá sosteniendo al grupo islamista condenado por sus socios occidentales.

En su gira por Oriente Medio, el secretario de Estado estadounidense ha hecho también una parada en Doha y se ha reunido con el emir de Qatar. El monarca ha señalada la importancia de “abrir corredores seguros en Gaza para la ayuda y los esfuerzos humanitarios”, según ha indicado la agencias de noticias qatarí QNA.

En una rueda de prensa posterior al encuentro con su homólogo qatarí, Blinken ha apuntado a la posibilidad de establecer “zonas seguras” dentro de Gaza, con la ayuda de la organizaciones humanitarias como el Comité Internacional de la Cruz Roja, algo que debería llevarse a cabo en coordinación con Israel y otros países. El jefe de la diplomacia estadounidense se mostró convencido de que esas áreas son “la mejor forma” de proteger a los civiles de la franja, en medio de los constantes bombardeos que ya han matado a más de 1.700 gazatíes.

A través de la red social X (antes Twitter), Blinken ha agradecido al emir “sus esfuerzos por el regreso de los rehenes”.

Qatar ha tratado de interceder para, al menos, obtener la liberación de los rehenes o una parte de ellos, lo cual podría dar paso a unas negociaciones más amplias para un alto el fuego entre Hamás e Israel. Qatar ha logrado ese objetivo en otras ocasiones, como cuando obtuvo un intercambio de prisioneros entre Irán y EEUU a principios de este mes.

Desde Ankara, el presidente Recep Tayyip Erdogan se ha ofrecido esta semana para actuar como mediador en el conflicto en dos llamadas telefónicas con el secretario general de la ONU, António Guterres, y con su homólogo ruso, Vladímir Putin, según informó la Presidencia turca. Erdogan se ha mostrado muy preocupado, porque no cree que el conflicto termine “en una semana o dos” y, por ello, está manteniendo contactos con “líderes regionales y de otros países para ver cómo parar la guerra”. Sin embargo, Turquía siempre ha estado alineada con Hamás y, en los últimos días, ha aumentado el tono de sus reproches contra Israel por los bombardeos y el bloqueo total sobre la franja de Gaza.

Parece poco probable que Israel acepte la mediación de un actor poco neutral como Erdogan, al igual que no parece realista que el Estado judío acepte la mediación del Vaticano, ofrecida por el secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin. “La Santa Sede está preparada para cualquier mediación, como siempre. Mientras tanto, intenta hablar por los canales que ya están abiertos”, ha dicho a los medios oficiales del Vaticano. Para el propio papa Francisco –según Parolin–, lo más importante es “la liberación de los rehenes israelíes y la protección de la vida de los inocentes en Gaza”.

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