En medio de la confusión sobre cuántos sistemas Patriot de defensa antiaérea se enviarán a Ucrania, Kiev sigue a la espera de conocer los detalles sobre el equipamiento militar estadounidense valorado en “miles de millones de dólares” que Donald Trump prometió este lunes.
Durante la reunión celebrada el lunes en la Casa Blanca con Mark Rutte, el secretario general de la OTAN, Trump dijo que un país al que no identificó estaba dispuesto a proporcionar “17 Patriot” de manera inmediata y que se había acordado un “contrato muy grande” para que los aliados europeos comprasen armas a Estados Unidos y las enviaran a Ucrania.
Se estima que ahora mismo Ucrania solo tiene en funcionamiento seis baterías Patriot de defensa antiaérea capaces de interceptar los veloces misiles balísticos y de crucero rusos.
Según el general Vadym Skibitskyi, el segundo en la agencia de espionaje militar ucraniana HUR, sigue sin estar claro a qué se refería el presidente estadounidense. “No lo sabemos exactamente”, dijo antes de añadir que Ucrania estaba agradecido por la ayuda y que había reaccionado “positivamente” al anuncio de la Casa Blanca.
La llamada
El general también confirmó que Trump y Volodímir Zelenski, el presidente ucraniano, habían hablado durante una llamada telefónica a principios de julio sobre la posibilidad de que EEUU proporcionara misiles Tomahawk de largo alcance, pero que no se había llegado a ningún acuerdo.
Skibitskyi dijo que los comentarios de Trump sobre los Patriot podían referirse a misiles interceptores, a lanzadores o a baterías enteras con múltiples lanzadores, sistemas de radar y de control, y un valor por batería superior a los mil millones de dólares. “Si hablamos de baterías, 17 es un número enorme; si se trata de lanzadores, es posible”, dijo.
Cada sistema Patriot viene con seis lanzadores. Según Skibitskyi, Alemania ha acordado proporcionar dos baterías de sistemas Patriot y Países Bajos donará una tercera. “Tres baterías significaría 18 lanzadores; es decir, cerca de 17; el Gobierno estadounidense y el Pentágono nos darán más detalles”, añadió.
Es probable que a Vladímir Putin le enfurezca la posibilidad de que EEUU proporcione misiles Tomahawk de largo alcance a Ucrania, tal y como hablaron Trump y Zelenski este mes. Estos misiles de crucero de precisión tienen un alcance de 1.600 kilómetros y podrían llegar hasta Moscú. Durante la Administración Biden, todas las peticiones ucranianas de este tipo de misiles fueron rechazadas.
En una llamada telefónica del 4 de julio Trump preguntó a Zelenski si sus armas podían alcanzar la capital rusa y San Petersburgo. “Sí, absolutamente; podemos, si nos da las armas”, dice Skibitskyi que respondió Zelenski. Varias fuentes también confirmaron esto al Financial Times y dijeron que el presidente de Estados incluso animó al ucraniano a que intensificará los ataques en territorio ruso. Interrogado por esta llamada, Trump dijo aseguró este martes que Ucrania no debería atacar a Moscú.
Los Tomahawk no son fáciles de usar
De momento, la Administración Trump no ha accedido a enviar los Tomahawk. Si finalmente los entregara, a Ucrania no le sería fácil desplegarlos, explicó Skibitskyi. “No son fáciles de usar, los principales lanzadores son buques de combate o bombarderos estratégicos, y nosotros no tenemos ningún bombardero estratégico”, dijo.
Pero Skibitskyi también consideró crucial dar a Ucrania la capacidad de atacar objetivos militares de alto valor en el interior de Rusia. Ahora mismo, los ucranianos están negociando con Washington la posibilidad de levantar las restricciones impuestas por la Administración Biden para usar los misiles Atacam suministrados por Estados Unidos, cuyo alcance es de 300 kilómetros.
Según The Washington Post, es probable que la Administración Trump permita el uso de los Atacam en todo su alcance dentro de Rusia y está considerando el envío de más misiles. En la actualidad, los Atacam no pueden dispararse contra territorios rusos y solo pueden usarse en territorios ucranianos ocupados por Rusia.
Traslado de bases rusas
Según Skibitskyi, el Kremlin ya ha trasladado sus bases militares estratégicas para llevarlas a más de 500 kilómetros de la frontera con Ucrania. Kiev solo ha podido atacarlas con drones kamikaze capaces de transportar 50 kilos de explosivos. La carga útil de los Atacam es de 500 kilos, con mayor poder de destrucción.
“Para nosotros es muy importante obtener la aprobación de Estados Unidos para utilizar misiles de largo alcance”, dijo. “Queremos destruir y perturbar cumpliendo con los procedimientos de la OTAN”.
Zelenski dijo que tuvo una “conversación verdaderamente buena” con Trump tras el anuncio el lunes de un gran envío de armas. Dijo que habló con el presidente estadounidense sobre la manera de lograr “una paz duradera y justa” y de parar los bombardeos rusos sobre las ciudades ucranianas, que en las últimas semanas han sido alcanzadas por cientos de drones y misiles.
¿Quién quiere participar?
Dinamarca, Suecia y Países Bajos dijeron el martes que querían participar en el plan de Trump por el que Europa compararía armas estadounidenses para entregarlas a Ucrania. Otros, como Francia e Italia, son reticentes a este plan.
Tras la desastrosa reunión celebrada en la Casa Blanca en febrero entre Trump y Zelenski, Kiev ha recibido con alivio la mejora de las relaciones con Estados Unidos. Pero en Ucrania también hay frustración por el nuevo retraso en la imposición de aranceles y sanciones estadounidenses contra Rusia. Trump ha fijado un nuevo plazo de 50 días para que entren en vigor “aranceles secundarios”, es decir, impuestos a quienes comercien con Rusia.
En una entrevista con la BBC, Trump dijo estar “decepcionado, pero no harto” de Putin.
Autoridades rusas consideran las amenazas de Trump como “palabrería”, y subrayan que en lo referido a las sanciones ha cambiado de opinión varias veces. “Trump lanzó un ultimátum teatral al Kremlin; el mundo se estremeció esperando las consecuencias; a Rusia no le importó”, escribió en la red social X el expresidente Dmitri Medvédev.
El general estadounidense Keith Kellogg, enviado especial de Trump para Ucrania, está esta semana en Kiev. El lunes se reunió con Zelenski, con el comandante en jefe y general Oleksandr Syrskyi, con Kyrylo Budanov, jefe del espionaje militar ucraniano, y con Skibitskyi. Le informaron sobre los planes rusos para la ofensiva de verano y le dieron las últimas noticias del frente oriental, donde las tropas rusas están avanzando.
Skibitskyi afirmó que el presidente estadounidense tenía a su alrededor a gente “más experimentada” que durante su primer mandato y que no se comportaba como un político “tradicional”. “Es más un hombre de negocios, no es fácil entender al señor Trump”, dijo.
Traducción de Francisco de Zárate