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Análisis Submerged, ahogándose sin remedio

Submerged

Álvaro Alonso

En sólo unos años los llamados juegos indies han ganado protagonismo dentro de la industria del videojuego, principalmente por su novedosa aproximación a la trama, jugabilidad y estilo artístico. Hoy día no hay grandes compañías que no apuesten por los estudios independientes y llenen sus catálogos de títulos que, aunque en muchas ocasiones no son espectaculares técnicamente, consiguen emocionar o sorprender a los jugadores.

Por desgracia, no todo puede ser bueno. Las propuestas indie pueden ser exquisitas, delicadas y divertidas, o pueden pasarse de la ralla y ofrecer experiencias monótonas y sin sentido. Es difícil saber cuando un juego nos sorprenderá de una forma tan negativa, y sin duda supone una gran decepción cuando ocurre.

¿Y a qué viene todo esto? A que hoy os hablamos de Submerged, la nueva propuesta del estudio Uppercut Games, formado por antiguos desarrolladores de Irrational Games ('Bioshock', 'XCOM', etc.). Una propuesta original, qué duda cabe, pero que difícilmente será del gusto de todos. ¿Los motivos? Léelos a continuación.

En Submerged controlamos a Miku, una adolescente que conduce una lancha motora en la que también va su hermano menor, Taku. El niño tiene una fea herida en el estómago y se debate entre la vida y la muerte.

El juego arranca cuando los dos hermanos llegan a los restos de una ciudad moderna. Allí el agua ha arrasado con todo, inundando las calles y edificios más pequeños. Tan sólo los rascacielos más altos sobresalen por encima de las aguas, y miremos donde miremos sólo hay destrucción y un vacío inmenso. Miku y Taku llegan a lo que parece ser un lugar seguro, y tras acomodar a su hermano, la joven ve que su condición a empeorado.

En ese momento empieza el juego. Como Miku montamos en nuestra lancha y nos dirigimos a uno de los edificios. Allí, comenzamos a trepar por los muros aprovechando los salientes y las enredaderas, hasta llegar a la azotea. Allí hay un kit de primeros auxilios que, muy convenientemente, nos sirve para ayudar a Taku. Una vez lo hemos conseguido, volvemos automáticamente a “casa”, y tras dar al pequeño lo que necesita, nos echamos una siesta.

Mientras dormimos, el juego nos cuenta con imágenes la historia de los dos hermanos, aunque poco a poco. En ningún momento se utilizan palabras en Submerged, por lo que la historia es aquella que deduzcamos a través de las imágenes. Una vez termina la “narración”, despertamos y vemos que Taku necesita agua. Y volvemos a meternos en la lancha para buscar lo que necesita en los edificios de la ciudad sumergida.

Os sorprenderá, pero ya está. Eso es el juego. Tenemos que conseguir un total de diez “kits” con aquello que Taku va necesitando en cada momento (comida, agua, fuego para calentarlo, etc.). Esos recursos necesarios siempre están en las azoteas de los edificios, y debemos llegar hasta allí trepando por las paredes. La única “dificultad” es que tendremos que explorar para ver en qué edificios exactamente se encuentran los suministros.

Y muchos pensaréis. Bueno, seguro que la dificultad para llegar a las azoteas va aumentando, o nos encontramos con enemigos en el camino. A lo primero respondemos que no. La dificultad siempre es la misma y, para más inri, es imposible morir mientras trepamos por las paredes. No podemos caer al vacío, o sufrir accidentes. De hecho, es imposible morir, en general, porque cuando nos encontramos con enemigos (aparentemente, mutantes) no podemos luchar contra ellos. Y es que no hay ningún tipo de sistema de combate, ni de vida... Nada.

Sólo podemos explorar navegando en nuestra lancha, trepar por edificios de estructura idéntica y, como mucho, recoger algunos coleccionables a modo de imágenes. Estos coleccionables están repartidos por todos los edificios del mapeado, y sirven para contar la historia de cómo la ciudad se perdió bajo las aguas. Como ocurre con el trasfondo de Miku y Taku, no hay palabras, así que la historia será aquella que deduzcamos a raíz de esas imágenes.

Otra cosa que podemos hacer es encontrar lanchas abandonadas que hay por la ciudad. Al hacerlo “tomamos prestadas” partes del motor, con las que podemos mejorar nuestra propia embarcación para ir más rápido. Algo que, realmente, no sirve de mucho.

Artísticamente el juego tiene buenas intenciones, con esa ciudad sumergida que podría ofrecernos grandes instantáneas (de hecho cuenta con un sencillo modo foto), pero por desgracia no lo consigue. ¿El motivo? Los edificios parecen los mismos, exceptuando uno o dos, el mapa está demasiado vacío y, además, técnicamente no es una maravilla.

Su concepto también era prometedor. Uppercut Games pretendía ofrecernos una alternativa a los típicos juegos postapocalípticos con zombies, combates despiadados y supervivencia extrema. Querían darnos un lugar tranquilo y mágico que explorar sin miedo, en el que pasáramos horas descubriendo sus secretos. Sin embargo, el mundo de Submerged no llama la atención, está vacío y no es atrayente.

Durante los primeros diez minutos de juego experimentamos todo lo que tiene que ofrecer, y a partir de ahí es repetir las mismas acciones una y otra vez. Además es brutalmente corto, ya que, aún recogiendo todos los coleccionables, no superaremos las cuatro horas.

Además, no es un juego que facilite la tarea a los jugadores. Por ejemplo, no hay puntos de “viaje rápido” para trasladarnos a las partes de la ciudad más alejadas. Eso al principio no es un problema, pero cuando hemos avanzado por toda la extensión del mapa resulta tedioso tener que desandar todo el camino. Además, si nos dejamos algún coleccionable mientras trepamos por un edificio y al llegar arriba encontramos un kit, estamos fastidiados, porque automáticamente nos mandan a casa, sin ofrecernos la posibilidad de volver atrás para coger el coleccionable. Eso implica que, si lo queremos, tendremos que repetir todo el camino una vez más.

Lo mejor:

  • Su concepto era prometedor: un mundo postapocalíptico en paz, distinto a lo visto hasta ahora... Por desgracia no cumple esa promesa.
  • Algunos escenarios son bonitos de ver, dignos de capturar con el modo foto.

Lo peor:

  • Repetitivo y monótono en exceso. Sólo podemos hacer lo mismo una y otra vez.
  • Escasa jugabilidad. No hay combates, no podemos morir, la forma de trepar a los edificios y de navegar siempre son las mismas, etc.
  • Los escenarios son demasiado parecidos. Aunque en la distancia pueden parecen originales, al acercarnos es difícil distinguir un edificio de otro.

Conclusiones

ConclusionesAnálisis Submerged, ahogándose sin remedio

Nos encontramos ante uno de los casos de los que hablábamos al principio del análisis. Submerged es un juego indie en todos los aspectos (jugabilidad, trama, etc.) y por desgracia no funciona. Es monótono y repetitivo, no hay ningún tipo de acción, y no es necesario tener habilidad o planear una estrategia para avanzar. La historia que se deduce de las imágenes es típica y poco sorprendente, y de hecho la “trama principal” (salvar a Taku) parece una simple excusa para obligarnos a salir a navegar.

Entendemos que Submerged quiere ser un juego original y tranquilo, en el que lo importante es la exploración, sin objetivos marcados. Pero eso no se consigue mandándonos a recoger coleccionables por unos escenarios repetitivos y nada atrayentes.

En definitiva, en Submerged vemos una idea torcida, un intento de ofrecer algo distinto que ha salido terriblemente mal. Es breve, aburrido y sin interés. Aunque nos duele decirlo, esta es la primera vez que no os animamos a probar un juego.

Por: Álvaro Alonso

Análisis Submerged, ahogándose sin remedio

08/04/2015

3 / 10 estrellas

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