ACNUR y UNICEF, preocupados por la situación en Costa de Marfil

La inestabilidad política y social que vive Costa de Marfil desde el pasado 28 de noviembre, cuando se produjo la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, sigue afectando a la población del país volviéndola más vulnerable.

En esta situación, uno de los grupos más afectados es el de los niños. Según ha informado el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) , en Costa de Marfil se ha producido un empeoramiento de la situación humanitaria que ha facilitado la reaparición de los recientes brotes de fiebre amarilla, cólera y sarampión.

Hasta el momento, el brote de cólera ha costado la vida de 11 personas y el de fiebre amarilla el de otras 26. En cuanto al sarampión, se ha lanzado una campaña en el sur del país para vacunar a 500.000 niños, indicó la portavoz del organismo, Marixie Mercado.

“Debido al estancamiento político que atraviesa el país, UNICEF estima que la mitad de los trabajadores sanitarios no están en sus puestos. Muchos han viajado para votar hace más de dos meses y no han podido regresar debido a la inseguridad reinante”, dijo la portavoz.

Mercado también aseguró que UNICEF afronta graves desafíos logísticos como la falta de dinero en efectivo para pagar el combustible y los reiterados cortes masivos de electricidad que complican la refrigeración y almacenamiento de las vacunas.

Por su parte, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha comenzado a limpiar el terreno en el que construirá un nuevo campamento para los desplazados internos en la región occidental de Costa de Marfil, donde ha registrado en los últimos meses a más de 38.000 personas desarraigadas por las tensiones políticas.

El nuevo campamento contribuirá a paliar una carencia de albergues que ha puesto a dura prueba la situación humanitaria, especialmente para las personas más vulnerables. El campamento está situado cerca de la ciudad de Duékoué y tendrá capacidad para 6.000 personas. Esto permitirá descongestionar la vecina Misión Católica que hasta el momento ha sido el principal centro de acogida, asegura ACNUR.

Según este organismo de la ONU, muchos de los desplazados, sobre todo en Duékoué, sobreviven gracias a la generosidad de familias y entidades de beneficencia locales. En los distritos de Danané, Binhouye y Zouan-Hounien hay más de 8.600 personas alojadas en casas de familia, algunas familias han acogido hasta 25 desplazados y tienen dificultades para seguir adelante. Dada la situación, ACNUR sigue buscando sitios para alojar a los desplazados internos.