Cuando tu apuesta es en el medio rural a pesar de la carencia de vivienda para los que quieren vivir en un pueblo

Elena Arbaizar decidió cambiar su estilo de vida por otro “más pausado, comunitario y participativo”. Creció en el medio rural hasta que la vida le llevó, primero a Logroño, y después a otros países. Un plan de fin de semana y el azar le condujo hasta Ventosa. Y allí, en este municipio de La Rioja de algo más de 200 habitantes, es donde ha echado raíces y donde está germinando su proyecto 'Meraki inspira, vive y hazlo arte' que ya es una realidad desde este verano.

El sueño de Arbaizar es uno de los proyectos seleccionados por el Gobierno de La Rioja para impulsar proyectos piloto y emblemáticos en el medio rural. Y ya hay una nueva convocatoria de estas ayudas. El Gobierno de La Rioja ha reservado una partida de un millón de euros a esta iniciativa y las personas que quieran seguir los pasos de Arbaizar y establecerse en el medio rural, ya pueden presentar su proyecto. Aunque no es tarea fácil porque no hay vivienda.

Arbaizar eligió Ventosa. Y en este municipio riojano está desarrollando su proyecto más personal, “una solución habitacional para todas aquellas personas que quieran vivir este estilo de vida diferente, participativo en un pueblo a las faldas de Moncalvillo y a la vez ofrecer un espacio creativo”. Este verano, la vivienda de Arbaizar ha sido el hogar de los dos Erasmus rurales. “Ventosa ha sido el único municipio de los once que han participado en este proyecto que ha tenido dos Erasmus rurales este verano: uno ha trabajado en el Ayuntamiento y el otro en una bodega”. Los dos se han alojado en su casa en el sentido más literal. “Las obras tenían que estar acabadas en julio, pero tuve que esperar dos meses a un fontanero, porque hay carencia de este tipo de profesionales”. Las obras se retrasaron y las habitaciones que debían acoger a sus huéspedes no estaban listas. La solución, alojarlos en su habitación y en la de su hija porque “quería que tuvieran todos los servicios y comodidades”. Allí permanecieron hasta agosto. Su proyecto estaba en marcha “aunque no como me lo había planteado en un principio”. Aun así asegura con rotundidad que el balance es positivo. “Vivir en el medio rural en primera persona me refuerza la idea de estos proyectos ante la carencia de soluciones habitacionales más allá del turismo”.

Un problema al que esta ventosina de adopción plantea una solución: “dinamizar el parque de vivienda en los municipios rurales incentivando la reforma de las viviendas. Esto podría animar a los propietarios a arreglar sus casas de pueblo”. Una tarea complicada porque “al margen del desgaste económico. Hay personas que prefieren que se les caiga la casa antes que reformarla”. En Ventosa hay más viviendas vacías que de alquiler, circunstancia que asegura se repite en otros municipios de La Rioja. La conclusión: “En La Rioja hay carencia de viviendas para la gente que quiere vivir en un pueblo”.

“Afortunada y valiente”

Ella encontró su vivienda y poco a poco la está convirtiendo en su hogar. “Vamos tirando porque las ayudas no son inmediatas, las de eficiencia energética, por ejemplo, las cobraré dos años después de haber hecho la inversión”. Y a pesar de las dificultades, no se arrepiente de haber iniciado esta aventura. De hecho, se considera afortunada y también valiente tras el giro de 180 grados que ha dado a su vida. “Lo que más valoro de haber buscado una vivienda en el entorno rural son dos cosas, una para mí y otra para mi hija”. Ella destaca la vida comunitaria y la sociabilidad al margen de todas las ventajas de vivir en el medio rural, la tranquilidad y tener el monte al lado de casa. Para su hija, la libertad. “En Ventosa mi hija tiene un grupo muy numeroso de amigos de su edad, algo atípico en un pueblo. Ha sido un gusto ver este verano doce bicis tiradas. Poder ofrecer la misma libertad que tuve yo es un lujo solo al alcance de los que vivimos en pueblos pequeños”.

Y ahí continuará porque su deseo sigue siendo “tener una casa para recibir a gente”. Los próximos, tres australianos jubilados para los que Ventosa será el punto de partida desde el que explorar La Rioja “además de vivir una experiencia en primera persona porque también participarán en las actividades del pueblo”. Un recibir gente al que en un futuro se sumarán experiencias porque el reto de Arbaizar es ir “más allá del turismo de fin de semana y ya estoy organizando diversas formaciones: talleres de bioconstrucción, charlas de feng shui...”.