'Ay, Señor, Señor...'
El estado mental de Andrés Pajares es el comentario de los medios de comunicación en las últimas semanas. El actor reacciona desde hace un tiempo de manera extraña delante de las cámaras y apenas se le entiende cuando habla.
Sin embargo, ayer el protagonista de '¡Ay Carmela!' se superó a sí mismo cuando irrumpió en un bufete de abogados con una pistola de balines y agrediendo con un spray antivioladores a un matrimonio y el abogado que se encontraban en el local. Fue detenido por la Policía.
El suceso se produjo a las 12.45 horas, cuando el intérprete español entró de manera violenta en el despacho de los abogados Luis Conde y María del Mar Ordóñez, que le llevan sus asuntos económicos. Según una información del programa 'Gente' de TVE, recogida por otr/press, Pajares iba ataviado con una gorra, unas gafas de sol y un bigote falso para ocultar su rostro y portaba una pistola de balines y un aerosol con el que atacó a la mujer a la que posteriormente pegó con la culata del arma. Además, arañó y mordió en la cara al letrado.
Los dos heridos tuvieron que ser atendidos por los servicios de emergencia que se personaron en el lugar de los hechos, aunque posteriormente María del Mar Ordóñez tuvo que ser ingresada en un centro sanitario para descartar posibles lesiones debido al golpe.
Los vecinos residentes en el edificio donde sucedió este episodio señalaron a la cadena pública que Andrés, de 67 años, estaba muy agitado y alterado y algunos especularon con la posibilidad de que hubiera ingerido alcohol u otras sustancias antes de protagonizar esta surrealista escena. El protagonista de 'El currante' se encuentra en una comisaría del distrito de Chamartín en donde se le realizó un examen médico.
INGRESADO EL MES PASADO
No es la primera vez que 'la mitad' del dúo 'Pajares y Esteso' sufre este tipo de escándalos. Hace casi un mes, tuvo que ser ingresado en el Hospital Jiménez Díaz de Madrid, tras destrozar por completo la habitación de un hotel, cuyos encargados se vieron obligados a llamar a las fuerzas de seguridad. Hace unas semanas comparecía en un programa televisivo para explicar su experiencia, acusando a los facultativos del centro de haberle atado a una camilla sin motivo alguno. Horas después negaba estas denuncias.
Los medios aseguran que este comportamiento ilógico de Pajares se debe al fracaso de su último proyecto, una obra de teatro que conmemoraba sus 50 años sobre los escenarios y que se tuvo que cancelar por falta de público.
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