Bisfenol A: peligro
La exposición crónica a bajas dosis de BPA, cuyos efectos en la salud está valorando la agencia estadounidense del medicamento (la europea lo da por bueno), deteriora la salud metabólica y cardiovascular. Son los datos del último estudio en la materia, firmado por investigadores británicos y divulgado por la revista oficial de la Asociación Médica Americana (JAMA).
Los autores llevaron a cabo un análisis de las concentraciones de esta sustancia en una muestra de población norteamericana adulta, datos contenidos en un gran ensayo anterior. Los participantes eran 1.455 adultos de edades comprendidas entre los 18 y los 74 años. También se registraron diagnósticos de enfermedades crónicas, parámetros de la salud el hígado, el metabolismo de la glucosa, la inflamación y los niveles de lípidos en sangre. Estos tres últimos valores están estrechamente relacionados con la salud del corazón.
De acuerdo con sus resultados, cuanto mayor es la exposición a bisfenol A, según las cantidades detectadas en muestras de orina, mayores son las probabilidades de desarrollar enfermedades crónicas. Ellos hablan concretamente de diabetes, enfermedad hepática y cardiopatías.
El compuesto en cuestión se emplea para la fabricación de muchísimos plásticos y latas de conserva. Es frecuente que los biberones lo contengan también. Cuando el biberón se calienta, el BPA desprende partículas que pasan al alimento, con lo cual penetran en el sistema digestivo. Si el biberón se usa para dar agua sin calentar, no habría problema.
No deja de crecer el conjunto de estudios científicos que acusa a este elemento de provocar diversos trastornos: puede resultar cancerígeno y desencadenar diversas alteraciones, desde obesidad a diabetes y problemas de fertilidad.
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