Condenan a un sacerdote que pasó droga a un preso en Barcelona
La Audiencia de Barcelona ha condenado a tres años y medio de cárcel a Andreu Oliveras, sacerdote católico en el Centro Penitenciario de Hombres de Barcelona, por pasar hachís escondido en un porta CD's a un preso. Además deberá pagar una multa de 2.300 euros.
El 25 de febrero de 2009 la Audiencia ya dictó sentencia sobre estos hechos, absolviendo a Oliveras “por no haberse acreditado la corrección de la cadena de custodia de las sustancias aprehendidas”, pero el Tribunal Supremo, a finales de 2009, ordenó al tribunal a dictar nueva sentencia “a partir del reconocimiento del valor de la cadena de custodia”
Los hechos ocurrieron el 2 de marzo de 2006, cuando el cura, que trabaja desde hace más de 15 años en las prisiones, entregó droga en la capilla del centro a uno de los presos. Cuando el interno fue registrado, al salir de la capilla, le fue incautada una toallita de color rosa con un porta CD's que contenía “nueve barras de una sustancia marrón, dos envoltorios con polvos indeterminados y un sobre también con polvo”.
La Audiencia considera que Oliveras “conocía o se representaba con una probabilidad casi rayana en la seguridad” la existencia de las sustancias que contenía el porta CD's. El preso fue rápidamente registrado dado que los funcionarios “tenían sospechas sobre posibles anteriores acciones de esta naturaleza” llevadas a cabo por el cura.
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