Días tristes para las mascotas abandonadas en La Rioja

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La tendencia de regalar una mascota en fechas señaladas sigue presente en nuestra sociedad de consumo. Son muchas las personas que deciden comprar un perro o un gato, los casos más comunes, para regalarlos a un ser querido por fechas como Navidad, San Valentín o cumpleaños. Pero, ¿qué realidad espera a estos animales tras salir de la tienda? Muchos tienen una vida feliz en los hogares de personas amantes de los animales; sin embargo otros tantos son abandonados, bien en las calles o bien en los centros municipales de acogida.

Según el Estudio de la Fundación Affinity sobre el Abandono de Animales de Compañía, el último realizado y presentado en 2010, durante 2009 ayuntamientos y protectoras recogieron un total de 115.879 perros abandonados o extraviados en España. Lo que revela que cada 3,5 minutos se recoge un animal de compañía en nuestro país. En concreto en el caso de La Rioja, este estudio revela que esta comunidad autónoma es una de las que más perros abandona por cada 100. 000 habitantes, con una estimación de 2.492 canes. En este cuestionable podio le acompañan Baleares con 7.584 perros recogidos y Navarra con 3.289.

Sin embargo, en contraste con esta situación, el informe muestra que en esta comunidad el número de gatos recogidos es uno de los más bajos de toda España, con 284 animales recogidos en 2009. Durante los últimos doce meses, según los datos ofrecidos a este periódico por la concejala de Medio Ambiente e Igualdad del Ayuntamiento de Logroño, Concepción Arribas, la cifra de mascotas abandonadas en toda la comunidad riojana es de alrededor de 3.200 animales, de los cuales se recogieron en Logroño unos 600.

Su situación en la perrera

¿A qué se puede deber esta realidad que vive la sociedad riojana? El Centro de Acogida de Animales de Logroño (también conocido como la perrera) es el destino de muchas mascotas que son abandonadas por sus dueños, (bien porque están enfermas, bien porque no pueden mantenerlas o simplemente porque se han cansado de ellas) pero también de perros y gatos extraviados y animales que han sido requisados a sus amos por orden judicial. En este nuevo hogar, el perro es metido en una jaula que comparte con uno o dos canes más, dependiendo de su tamaño y sociabilidad. Allí son alimentados por el encargado y revisados por la veterinaria. Sus días transcurren en esos metros cuadrados esperando que su dueño los reclame, ser adoptados o, tal vez el más trágico de los finales, ser sacrificado y luego incinerado en el mismo centro.

De las 36 jaulas que se encuentran en el centro cuatro están destinadas a los animales que son encontrados con microchips, por lo que sus dueños han sido identificados y se intenta comunicar con ellos para que recojan a su mascota. Sin embargo, en muchas ocasiones han pasado meses sin que los llamados de la perrera sean escuchados y mucho menos la publicación en el Boletín Oficial de La Rioja (BOR). Tras este tiempo prácticamente en el limbo, los animales pasan a ser adoptables junto a muchos otros que se encuentran en el resto de jaulas. Ahora solo queda esperar a que alguno de los visitantes del centro sienta un flechazo por alguno de ellos.

Cada vez que una persona quiere desprenderse del que hasta el momento había sido su mascota, sólo tiene que acudir a este centro, donde podrá dejar al animal pagando el coste de la incineración o del mantenimiento si este espera a ser adoptado, tal como ha revelado la concejala de Medio Ambiente e Igualdad. Si alguien quiere adoptar a uno de estos desamparados animales tendrá que desembolsar alrededor de 60 euros. Algo que sin duda no motiva mucho a optar por la adopción.

Entre las causas que pueden llevar a una persona a abandonar a un animal hay varias, según señala el estudio de la Fundación Affinity. En primer lugar se encuentra el cambio de domicilio, a uno de menor tamaño o de alquiler; después están las camadas indeseadas, perras y gatas que no han sido esterilizadas y que tienen partos múltiples; y en tercer lugar se encuentra la pérdida de interés por el animal.

Otros motivos señalados son el comportamiento del animal, el fin de la temporada de caza, los factores económicos, el embarazo (casos de toxoplasmosis, la infección provocada por el parásito Toxoplasma gondii que puede producir la muerte del feto), la falta de tiempo para la mascota por el nacimiento de un hijo, las alergias, el ingreso en un centro hospitalario o defunción así como el inicio de las vacaciones.

Arribas asegura que, en el caso de La Rioja, dos son los motivos principales de abandono: en esta comunidad autónoma se da un nivel de vida muy alto en el que comprarse un perro o una mascota es un capricho más, y, por otro lado, La Rioja es una zona de caza, por lo que los canes que muestran debilidad o no sirven ya para esta actividad son abandonados por la mayoría de sus dueños.

Un nuevo centro, ¿un nuevo futuro?

Esta realidad que viven las mascotas abandonadas en la perrera de Logroño, muy criticada por los amantes de los animales, podría cambiar con el nuevo centro de acogida de animales de la capital riojana. En marzo del año pasado, salía a la luz la aprobación de la construcción del nuevo centro por parte de la Comisión de Ordenación del Territorio y Urbanismo de La Rioja. Este estará gestionado por una empresa privada y, según ha confirmado Concepción Arribas, empezará a funcionar la primera quincena de febrero. “Estamos muy esperanzados con el nuevo centro”, ha señalado la concejala a este diario.

El nuevo centro contará con un edificio de gestión y dirección de unos 250 metros cuadrados, donde se llevarán a cabo las tareas de administración, dirección, atención veterinaria, aula de formación y vestuarios y otros dos edificios de unos 175 metros cuadrados cada uno, con 24 espacios cada uno de ellos para ejemplares caninos, jaulas para gatos y custodia de animales muertos hasta su tratamiento a punto autorizado. Aunque la gestión del centro queda en manos privadas, Arribas insiste en que el Ayuntamiento llevará un control permanente de la actividad del nuevo espacio y de los precios de las adopciones. Además, asegura que han puesto unas condiciones mínimas a los nuevos gestores: el 85% de los animales del nuevo centro tendrán que ser adoptados, se iniciarán terapias con personas mayores o solas y se harán jornadas de puertas abiertas, para que las familias interesadas puedan visitar a los animales.

Por otro lado, la concejala insiste en que una de las primeras cosas que han pedido a la nueva empresa gestora es que siga colaborando con las protectoras que actualmente trabajan con la perrera de Logroño, y que están gestionando un importante número de adopciones. Sin embargo, Animales Rioja , una de las protectoras que más se mueve en este campo, ha asegurado que por el momento no han recibido ninguna llamada de la nueva empresa y que desconocen cuando esta iniciará su actividad.

Ante esta situación solo queda esperar para poder comprobar si el nuevo centro es una nueva vía para cambiar el futuro de miles de mascotas riojanas y sacar así a esta comunidad de una de las listas más vergonzosas: la lista en la que se muestra como un ser vivo es tratado como un objeto inerte y falto de vida, la lista del abandono animal.

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