Dos misioneros riojanos en Mozambique
@page { size: 21cm 29.7cm; margin: 2cm } P { margin-bottom: 0.21cm } En el año 2000 Alberto Vera Aréjula y José Antonio Marzo fueron los primeros blancos en llegar al distrito de Matola, barrio Infulene (Mozambique). Se les encomendó encargarse de la parroquia Nuestra Señora do Libramento. También les fue asignada la tarea de hacerse cargo del barrio Transición 3 de la ciudad de Matola y de la atención pastoral en las prisiones de la zona.
Asimismo, asumieron la dirección de la Escuela Comunitaria de Primaria (2001) y del Centro Nutricional San Dámaso (2003). En 2004 crearon la iniciativa 'Panbeni makuero', que ha permitido a 350 viudas y madres solteras de la zona recibir microcréditos para emprender pequeños negocios.
El entorno en el que trabajan ambos misioneros es de pobreza generalizada, con familias muy numerosas, alto índice de paro y de delincuencia y con enfermedades como la malaria o el sida muy presentes. El barrio en el que se ubica el centro educativo está poblado de jóvenes que deben abandonar pronto sus estudios. “En las tres prisiones hay unos 3.500 presos”, apunta Alberto Vera.
La biblioteca que se va construir con los 75.000 euros es para que los alumnos de la escuela puedan apoyarse en libros de texto, ya que, tal y como explica este misionero, “el pueblo africano estudia de oído, por eso tienen una memoria muy desarrollada y mucha capacidad para aprender otras lenguas”.
La triste realidad es que tan solo el 1% de la población africana tiene acceso a la universidad, pero Alberto Vera puede afirmar orgulloso que de la escuela que dirige, por la que han pasado unos 5.000 alumnos, tiene uno de los índices más altos de africanos que han continuado con estudios superiores. “En África es imposible hablar de porcentajes, pero en estos ocho años hemos podido hablar con los alumnos que han terminado la escuela y nos podemos hacer una idea”.
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