El Atlético recupera el espíritu y la fortuna

El Atlético de Madrid resurgió de su irregular linea mostrada hasta la fecha tras defender los tres puntos de su feudo en su victoria (2-1) ante el Sevilla, en uno de los encuentros más destacado de la decimosexta jornada de la Liga BBVA, y que sirvió para atajar la incertidumbre de los colchoneros, y para ampliar la de los andaluces, que no pasan por su mejor momento.

El envite, que en anteriores circunstancias focalizaba las aspiraciones de ambos conjuntos por el concurso europeo, sirvió de bálsamo para escuadra local, que de este modo rompió los malos resultados de las últimas citas, algo que les aleja de la zona de peligro, que ahora dista a cinco puntos, mientras que los sevillistas ven cada vez más lejos el tren de los aspirantes al título.

La novedad en el dibujo inicial rojiblanco estuvo marcada por la presencia del canterano Ibrahima Balde, que acompañó en la vanguardia al uruguayo Diego Forlán, y por las notables ausencias en la zaga, en la que se ausentaron tanto Ujfalusi como Juanito, ambos sancionados, y Pablo por lesión, lo que obligó reconvertir a Domínguez como central y situar en las alas Valera y a Antonio López.

Por su parte, el cuadro presentado por Manolo Jiménez también apareció lastrado por las incomparecencias. En su caso, por la disputa a lo largo del mes de enero de la Copa de África, en la que están llamados a filas tanto Kanouté como Zokora, y por la notable baja en el ataque de la principal referencia ofensiva de los hispalenses, el brasileño Luis Fabiano. El comienzo del partido dejó de manifiesto la nostalgia de ambos bloques por las pérdidas de sus principales goleadores, y por la incapacidad de Negredo y de Forlán -ambos lejos de su mejor condición --física y anímica-- para dirigir la avanzadilla de sendos equipos. Por ello, la primera tentativa clara del encuentro no llegó hasta el minuto 24, cuando el delantero charrúa erró de lanzamiento cruzado una jugada iniciada por Reyes.

Tras esto, el intercambio de imprecisiones fue marcando la tónica del lance. Mientras que los sevillistas buscaban el peligro a balón parado, los madrileños fueron derrochando fuerzas desde la medular bien dirigida por Assunçao, que llegó a imponerse a la media nervionense, aunque sin mostrarse nuevamente a la meta de Palop.

Fruto de estos despropósitos, fueron los andaluces los que golpearon primero en los últimos minutos de la primera mitad, cuando un córner bien cabeceado por Renato puso a los visitantes por delante a la primera oportunidad clara de que dispusieron, en una demostración de amortización de esfuerzos.

REACCIÓN ROJIBLANCA EN LA REANUDACIÓN

Tras la vuelta de vestuarios, y con los mismos protagonistas en el terreno de juego, el Atlético de Madrid salió moralmente fortalecido tras igualar la contienda en los primeros compases con un autogol en propia puerta de Dragutinovic, que completó de la peor manera posible una doble defensa junto a Squillaci sobre Forlán.

Ahora, con la igualdad imperando nuevamente en el luminoso, y con la fortuna de vuelta al conjunto de la Ribera del Manzanares, el choque fue decantándose por juego del lado local, que una y otra vez dispuso de sus mejores intentos por las botas del reciente bota de oro, que siguió gafado en sus disparos cruzados.

En el final del concurso, el Sevilla intentó frenar el resurgir de los colchoneros por medio de las faltas, lo que desembocó en un partido brusco, como lo demuestra la expulsión de Aldo Duscher. Sin embargo, cuando el resultado parecía decantado, otro cabezazo, esta vez por obra de Antonio López, sirvió para dejar los puntos en el Calderón, en un cambió de tónica dada la mala fortuna en estos tramos del conjunto rojiblanco.

De este modo, el Atlético de Madrid toma impulso de cara a sus próximos compromisos, que le han de llevar a la Copa del Rey y a la Europa League, certámenes en los que mantiene intactas sus aspiraciones, y en el torneo doméstico, cuya principal reto debe ser alejarles de la zona de descenso.