El atracador de Ibercaja en Navarrete se llevó 10.740€

La persona, que el pasado martes atracó la sucursal de 'Ibercaja' en Navarrete, se apoderó de 10.740 euros, según ha informado esta mañana la Guardia Civil de La Rioja.

Precisamente, fueron efectivos del Instituto Armado quiénes detuvieron al atracador, de 48 años, natural de Basauri (Vizcaya) y vecino de Logroño (La Rioja). Se le imputa un delito de robo con intimidación (atraco a una entidad bancaria), atentado a agente de la autoridad y otro contra la seguridad vial. El detenido se encontraba en libertad desde el mes de abril de 2015.

Los hechos se iniciaron sobre las 08,20 horas de ese día, cuando un varón accedió al interior de la entidad IberCaja de Navarrete (La Rioja), con el rostro cubierto con una capucha y armado con un cuchillo con el que amenaza e intimida al empleado para hacerse con un botín de 10.740 euros, emprendiendo inmediatamente la huida en un vehículo marca Volkswagen.

Por parte de Central Operativa de Servicios (C.O.S.) de la Guardia Civil en La Rioja, se establece un cierre de vías de comunicación para la localización y detención del autor del atraco.

Una vez se localiza el vehículo sospechoso su conductor hace caso omiso de las señales de alto de los agentes, emprendiendo a huida por la N-111 dirección Logroño, iniciándose una persecución en la que el presunto atracador conduce de forma manifiestamente temeraria, poniendo en peligro tanto a los usuarios de la vía como a los agentes actuantes, incorporándose a la LO-20 dirección Zaragoza.

Sobre las 09,40 horas el atracador es interceptado en el término de Agoncillo, entrada de la A-68 (polígono industrial El Sequero), lugar en el que se había instalado un sistema de barreamiento.

Tras ser detenido se procede a la inspección del vehículo, localizándose en el interior del mismo un paquete de toallitas para bebe los 10.740 euros sustraídos de la entidad bancaria.

El arma y la sudadera con capucha con las que se cometió el atraco también se han recuperado.

Una vez que el detenido es asistido por los servicios sanitarios y oído en declaración, se procede a su puesta a disposición de la autoridad judicial, decretándose su ingreso en prisión.