El milagro del retrato inaugura Actual 2012
Con una historia tan ficticia como verosímil, una documentada broma al estilo de Jorge Luis Borges que ilustra sobre el daguerrotipo y el “milagro” del retrato a finales del XIX, se ha abierto hoy el festival Actual 2012.
Se trata de la exposición de daguerrotipos “Colección Anatole”, integrada por catorce retratos -solo dos auténticos- de personajes de la alta y menos alta sociedad riojana de medianos del Siglo XIX realizadas por un tal Anatole Lefaux.
Lefaux, un personaje apasionado del daguerrotipo que se consideraba a sí mimo el mejor en el campo de la protofotografía, debió viajar a la capital riojana en el invierno de 1860 y prolongó su estancia hasta la primavera.
Acompañado por el poeta Manuel Bretón de Los Herreros y de algún ilustre catalán como guías, el como su nombre indica falso Lefaux, retrató a algunos de los próceres de la sociedad logroñesa de la época en las típicas actitudes lúdicas de las carnestolendas.
Incluso retrató a una ilustre dama de sospechosa biografía, conocida en el Logroño de la época por “La logroñesa de armas”, se supone que “de armas tomar”, nombre que, casualmente, coincide con el de una conocida armería situada hoy a pocos metros de la “Casa de la Imagen”, donde puede verse la daguerrotípica muestra.
Los retratos fueron encontrados, también de forma casual, por un supuesto noctámbulo resacoso, cuando volvía a casa después de una noche de juerga los pasados “sanmateos”, en una urna oculta en los sótanos de la cercana iglesia de San Bartolomé, que está en restauración.
A inaugurar la exposición ha acudido el consejero de Cultura de La Rioja, Gonzalo Capellán, este sí en carne mortal, quien, con una sonrisa cómplice, ha dejado en el aire las dudas del personal sobre la verdadera historia de la muestra y sus personajes.
Sin embargo, el promotor del evento, el afortunado fotógrafo y casual coleccionista de daguerrotipos antiguos Jesús Rocandio, ha garantizado al personal que el correlato de la exposición es una historia, sin comprometer su palabra sobre la veracidad de la misma.
Una exposición con historia que, como ha señalado el consejero Capellán, tiene el suficiente suspense para que los logroñeses se acerquen a la plaza de San Bartolomé, contemplen en la penumbra de la sala la belleza de los daguerrotipos y disfruten de la lectura de los inteligentes textos que los acompañan.
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