El momento dulce del CNIO
Bajo la dirección de Mariano Barbacid, el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) convocará en los próximos meses tres encuentros científicos internacionales. Asimismo, este centro inaugura el año con la caracterización del epigenoma del cáncer de colon a cargo del equipo de Manel Esteller. Este mismo mes, Esteller ha sido elegido presidente del la Sociedad de Epigenética, un puesto que ocupará durante los dos próximos años.
A este respecto, cabe resaltar la importancia de estos descubrimientos, que ha motivado que la Unión Europea haya concedido al grupo encabezado por Esteller en CNIO el liderazgo de un proyecto internacional de tres años (2008-2010), denominado Cancer-Dip, con el fin de completar el epigenoma humano. Pero los logros del CNIO también protagonizaron el final de año, ya que fue cuando se conoció la noticia de que la Fundación Carmen y Severo Ochoa había otorgado el Premio de Investigación en Biología Molecular en su decimotercera edición al investigador Manuel Serrano, jefe del Grupo de SupresiónTumoral del CNIO.
COLABORACIONES
Desde la constitución de la Fundación Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas Carlos III para gestionar el CNIO, en marzo de 1998,y la designación de Barbacid como director, en abril del mismo año, las actividades de la institución han dado lugar a una copiosa producción de literatura científica.
Además, ha establecido desde el primer momento acuerdos con la industria del medicamento para la promoción de su labor investigadora, que partía de un convenio entre la Fundación y el Centro Superior de Investigaciones científicas (CSIC) y una ayuda de Pfizer, aunque muchas otras empresas de diversos sectores han colaborado con el centro (por ejemplo, el primer Oncochip contó con el patrocinio de la Fundación Caja Madrid).
En sólo un año, los investigadores del CNIO se han hecho con una docena de galardones científicos, y sus miembros figuran como editores en las revistas más relevantes de la Oncología mundial. El propio Barbacid es, desde el pasado 1 de octubre, editor de la revista Cancer Research.
Por otro lado, cabe señalar que los programas científicos del CNIO incluyen Oncología Molecular (con una decena de grupos a su cargo), Biología Estructural y Biocomputación (con cinco más), Patología Molecular (siete grupos de investigación), programa de Genética del Cáncer Humano (cinco grupos), Terapias Experimentales y Biotecnología (con siete grupos cada uno). El carácter mixto de sus proyectos ha permitido encontrar apoyos en instituciones Académicas, centros médicos y empresas privadas españolas y de otros países, con aliados especialmente numerosos en Estados Unidos, si bien es notable la consolidación de vínculos en Australia, Asia y, evidentemente, Europa.
Asimismo, es destacable que, con ‘sólo’ seis años de trayectoria en la organización de encuentros de alto nivel, que puso en marcha en febrero de 2002 con la convocatoria del “Simposio sobre Investigación Básica y de Transferencia en Cáncer”, las Conferencias de Cáncer CNIO, también conocidas por sus siglas, CCCS, son ya un encuentro clásico.
Barbacid siempre ha tenido en mente el objetivo último de la institución: convertir el CNIO en un centro integral que permita transferir directamente los conocimientos generados por sus equipos de investigación en el laboratorio el paciente oncológico.“No importa cuántos descubrimientos podamos hacer en el laboratorio. No hay nada más real que tener y tratar al paciente de cáncer”.
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