El Zaragoza se sube al tren de la salvación
El Real Zaragoza, tras su victoria sobre el Recreativo de Huelva, se sube al último tren de la salvación que tenía y consigue salir de la zona de descenso para meter en ella al conjunto onubense, aunque empatado a puntos con los aragoneses.
La victoria del equipo local tiene además un valor añadido porque se produjo por más de un gol, diferencia que consiguieron los andaluces en el encuentro de la primera vuelta, lo que concede a los maños la diferencia particular a favor y, por lo tanto, estar siempre por delante en caso de empate a puntos al final de la competición, algo que puede ser fundamental.
Al Recreativo lo condenaron sus propios errores en un partido en el que hubiera podido certificar prácticamente el descenso zaragocista de haber ganado, pero en el que la presión local propició gravísimos fallos en los zagueros foráneos que acabaron costándole al decano los dos primeros tantos y prácticamente la derrota.
El conjunto aragonés mostró otra cara a la habitual en este encuentro, estuvo muy mejorado y además el tempranero gol de Sergio García ayudó a expulsar la presión y los nervios que habían evidenciado los jugadores en los últimos encuentros.
La afición zaragocista no las tenía todas consigo antes del encuentro por el rendimiento que había mostrado su equipo, pero por fin apareció una versión del Zaragoza más cercana a la realidad que lo visto durante toda la campaña.
Al Zaragoza se le puso el partido de cara como lo desean todos los entrenadores. Cuando apenas había transcurrido minuto y medio Pablo Aimar le robó el balón a Edu Moya para acabar la jugada Sergio García, tras servicio previo de Ricardo Oliveira.
Con la tranquilidad del gol el equipo de Manolo Villanova ponía en muchos problemas al “Recre”, especialmente cuando intentaba sacar el balón jugado desde atrás.
Y, precisamente, fruto nuevamente de esa presión, se produjo un nuevo error de la zaga andaluza, en este caso de Iago Bouzón, al que Oliveira le quitó el balón y ante la salida del meta Stefano Sorrentino le batió por bajo ajustando el balón al poste izquierdo de su portería.
El Recreativo apenas conseguía llegar a la meta de César Sánchez ante un Real Zaragoza que sin jugar de manera espectacular se mostraba muy mejorado.
Para colmo de males para el equipo de Manolo Zambrano dos entradas innecesarias en el centro del campo del delantero Marco Rubén en el minuto 41, y con un intervalo de apenas unos 15 segundos, le mandaron a la ducha por dos tarjetas amarillas dejando a su equipo en inferioridad numérica.
Tras el descanso al decano del fútbol español no le quedaba otra que dar un paso adelante y arriesgar, a pesar de su inferioridad numérica, mientras que el Zaragoza lo dio atrás y comenzó a tener problemas.
El Recreativo manejaba el balón y el Zaragoza, excesivamente relajado, veía cómo su rival daba más muestras de peligro que en el primer periodo, aunque sin llegar a tener ninguna ocasión clara.
Por contra, el propietario del terreno gozó de dos, con Oliveira de protagonista, que hubieran sentenciado definitivamente la contienda en el minuto 76, pero en la primera la salida del meta italiano la abortó y en la segunda el remate del brasileño salió muy alto cuando estaba solo delante del portero.
Sin embargo, a la tercera fue la vencida para el delantero que en un cabezazo en el minuto 78, tras un saque de falta, hizo subir al marcador el 3-0 y sentenciar definitivamente la suerte del encuentro.
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