Es para tanto
“Como consecuencia de su consumo se pueden producir patologías cardiovasculares, como arritmias ventriculares o hipertensión, neurológicas, como el infarto isquémico y hemorragias cerebrales, respiratorias, reacciones alérgicas, y patologías dermatológicas, otorrinolaringológicas, renales y hepáticas”, indica el especialista.
En este sentido, el consumo de cocaína puede ser el causante de lesiones cutáneas como vasoespasmos digitales, vasculitis, esclerodermias, ulceraciones y necrosis, entre otras. Desde el punto de vista otorrinolaringológico, las complicaciones están aumentando considerablemente y, “se han descrito ulceraciones de la mucosa nasal con perforación del tabique nasal y del paladar, sinusitis y osteítis”, concluye el Dr. Climent.
Por otra parte, los internistas también se plantean en el marco de este congreso el reto de las drogas emergentes porque, “con cierta asiduidad aparecen sustancias nuevas con toxicidades poco conocidas, como las plantas y hongos alucinógenos, piperazinas y nuevas drogas sintéticas como el spice”, continúa el Dr. Climent.
Tal y como indica el Dr. Burillo, “al tratarse de nuevos tipos de drogas, antes desconocidas para el especialista, el principal problema reside en que cuando el paciente llega a urgencias en estado de coma, los antídotos habituales pueden no ser efectivos y estas sustancias pueden no ser detectadas en los laboratorios de los hospitales, generando problemas a la hora del diagnóstico”.
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