ETA podría tener dos talleres de bombas en el País Vasco

Las diferencias entre los artefactos que ETA colocó el pasado miércoles en San Sebastián y el que estalló en un polígono industrial de Arrigorriaga (Vizcaya) hacen pensar a los investigadores que la banda terrorista tiene, al menos, dos talleres de confección de explosivos en el País Vasco. Las dos bombas dirigidas contra Osalan iban en sendas cajas metálicas de caudales, mientras que la que explotó en Arrigorriaga, de mayor tamaño, fue depositada dentro de una bolsa de deporte, informaron fuentes próximas a la investigación.

El material elegido para confeccionar las tres bombas fue amonal, tres kilos por artefacto en el caso de San Sebastián y cinco en el de Vizcaya. En el caso del atentado en la capital guipuzcoana, uno de los artefactos explotó por completo y el otro sólo una parte. Las dos bombas fueron colocadas en la parte trasera de la sede de Osalan a sólo cuatro metros de distancia cada una.

Entre un punto y otro hay más de hora y medio de viaje por carretera. El hecho de que en el atentado de Arrigorriaga no hubiese aviso previo y no se tenga constancia de cuándo fue colocado el artefacto abre la posibilidad de que fuese el mismo grupo el encargado de cometer los dos atentados. Sin embargo, los investigadores creen que los autores fueron dos 'taldes' distintos --probablemente formados por legales-- que habrían coordinado las acciones terroristas a través del contacto que mantendrían los 'liberados' que los dirigen.

VARIOS GRUPOS

Respecto a la ubicación de los comandos terroristas, además del “hiperactivo” comando Vizcaya, los Servicios de Información están convencidos de la existencia de grupos de 'legales' en las otras dos provincias vascas y creen que alguno de los radicados en Guipúzcoa ya ha comenzado a actuar.

En el caso de las bombas colocadas en San Sebastián, un comunicante anónimo que dijo hablar en nombre de ETA alertó a las 23.20 horas en una llamada a la DYA (Asociación de Ayuda en Carretera) de Vizcaya de que “dos potentes bombas” harían explosión en el citado edificio. La llamada se hizo con una grabación de voz distorsionada desde una cabina situada en las proximidades de lugar de la explosión.