La efectividad guía los pasos de la UD Logroñés
Dos victorias seguidas dan aplomo, confianza y muchos puntos. Tantos como para salir de la zona peligrosa. El mérito está ahí, indiscutible. Si en Oviedo, Leo Ruiz apareció para en dos minutos voltear la situación, frente al Alcorcón la luz la puso Bogusz y el remate -único de los riojanos entre los tres palos-, el colombiano. Efectividad máxima en un partido sin brillo con dos conjuntos que demostraron estar justos en cuanto a los argumentos ofensivos. Porque si la UD Logroñés hizo lo justo para ganar fue porque enfrente su rival, que tiró más a puerta, lo hizo de manera esporádica, por empuje y buscando en las acciones a balón parado la manera de superar a los blanquirrojos.
Además, el cuadro madrileño se quedó con diez a la hora de encuentro después de que Gorostidi viera la roja por una plancha desmedida sobre Rubén Martínez. Para entonces, los locales ya se habían puesto por delante, al filo del descanso, y debían mantener la renta. Lo consiguieron por mucho que durante unos minutos pareciera que el duelo se volvía loco, lo que interesaba a los de Mere, o pese al arreón final con varios saques de banda peligrosos de los visitantes. Resultaron treinta minutos muy largos para los pupilos de Sergio Rodríguez, que no llegaron a disfrutar del triunfo más que cuando pitó el colegiado el final. Hubo imprecisiones y pérdidas absurdas que no ayudaron a controlar la situación cuando mejor estaba. Habrá que aprender para próximos compromisos. Más allá de eso, lo importante son los puntos, 11 en 9 jornadas (queda pendiente el enfrentamiento ante el Girona), una media que da para llegar a la permanencia.
Sergio Rodríguez está convencido de sus jugadores -algunos deben creérselo también-, así que le da igual que actúen unos u otros (salvo excepciones, caso de Iñaki o Andy, fundamentales en estos momentos). Eso no quita para pensar que la defensa vista ante el Alcorcón pueda ser la teórica titular (Iago López -Medina sigue lesionado-, Álex Pérez, Clemente y Andy) y que tanto Bogusz como Leo Ruiz son vitales para el juego entre líneas y el remate de la UD Logroñés. Una vez se encontraron y gol.
De partida -Siddiki se cayó del once en el calentamiento- fue un duelo muy poco vistoso. Mucho rigor táctico, en lo defensivo. Poco riesgo en los pases que unido a la paciencia con la pelota provocaron que el encuentro no gozara del ritmo y continuidad en las acciones. El Alcorcón, colista, vino a Las Gaunas con la idea clara de ceder terreno si la UD Logroñés administraba el balón. Sin problemas. Parapetados en su campo, urdiendo una tela de araña para poder después salir a la contra y acumular muchos jugadores en esas transiciones. El plan de los madrileños también incluía qué hacer cuando ellos tuvieran la posesión; juego entre líneas para después abrir a los costados y poner centros.
Con ese planteamiento, los de Sergio Rodríguez dispusieron del control del esférico. Lo hacían con relativa calma, en zonas muy alejadas de su ataque, con escasa profundidad y sin que Dani Jiménez, en ningún momento, se sintiera agobiado. Zelu, con alguna conducción de más, Bogusz, con poca presencia, o Rubén Martínez intentaba de mostrar algo distinto, pero faltaba ritmo, magia y desequilibrio. Los de Mere se animaban entorno a la media hora con dos oportunidades consecutivas, después de una contra, un tiro fuerte y a media altura de Samu Sosa que despejó Santamaría y Arriba recogía el rechace para mandar a la grada.
Jugada que sirvió para que los locales retomaran la iniciativa y fueron metiendo a su oponente en el área. Así, llegaron un par de córners, en uno de ellos, el balón se paseó sin que nadie lo tocara tras una salida en falso de Dani Jiménez. El Alcorcón parecía justo físicamente o es que la UD Logroñés ahora le daba más velocidad y sentido. Consecuencia de ello apareció Bogusz para filtrar un pase que dejaba a Leo Ruiz dentro del área. A la primera. Sin pensar. Tiro cruzado y gol. El descanso estaba al caer, así que cabeza para ir con ventaja al intermedio. Iñaki la pifió en un despeje y aunque corrigió su error, el cuero le vino a Bellvís que preparó la zurda para chutar con fuerza sobre Santamaría, que atajó con firmeza.
El segundo tiempo comenzó con un Alcorcón más adelantado. Obligado por el marcador adverso quiso apretar. Samu Sosa buscaría el empate en una falta lateral con un potente tiro que atrapó Santamaría en dos tiempos. Al menos, los blanquirrojos no se desconectaron, como aconteció en el anterior partido vivido en Las Gaunas, cierto que les faltó el control que sí tuvieron durante el primer tiempo y eso permitía a los madrileños sentirse con opciones de voltear el electrónico. Sobre todo porque quería intimidar en faltas laterales como único argumento ofensivo.
Hasta que Gorostidi dejó a los suyos en inferioridad por una plancha sobre Rubén Martínez. Momento que aprovechó Sergio Rodríguez para dar entrada a Roni por Bogusz. La situación era ideal, superioridad numérica y con el marcador a favor. El error estaba en pensar que los 3 puntos era un hecho. Los de Mere continuaron haciendo un partido físico, por lo que la mejor manera de sobrevivir era administrando la pelota con criterio y paciencia.
Sin embargo, el Alcorcón no se acobardó pese a la inferioridad. La UD Logroñés procuró enfriar el choque, pero no lo logró. Había pérdidas en las salidas que permitían opciones a los madrileños, muy tocados en el aspecto físico. Las imprecisiones de los riojanos -Paulino acaparó varias- fueron en aumento de forma incomprensible, por lo que el colista de la Liga SmartBank seguía con vida, pese a sus limitados recursos ofensivos -solo ha marcado 3 goles este curso- mostrados en Logroño.
Sergio Rodríguez no le veía nada claro, así que pobló su defensa para el último cuarto de hora con Bobadilla sobre el tapete. Era el instante de amasar, de hacer correr el balón de un lado a otro, de tocar y dar, de no querer ir en vertical con el equipo abierto… durante unos minutos así fue. Justo hasta las últimas embestidas de un Alcorcón limitado a saques de banda largos de José Carlos y de golpeos de su portero. Fin de la historia y 11 puntos después de 9 encuentros disputados.
Ficha técnica
UD Logroñés: Santamaría; Iago López, Álex Pérez, Clemente, Iñaki; Zelu (Petcoff, min. 79), Olaetxea, Andy, Rubén Martínez (Paulino, min. 72); Bogusz (Roni, min. 63) y Leo Ruiz (Bobadilla, min. 79).
Alcorcón: Dani Jiménez; David Fernández, José León, José Carlos; Laure, Gorostidi, Boateng (Reko, min. 70), Bellvís (Juanma, min. 66); Hugo Fraile, Arribas (Álvaro Juan, min. 70) y Sosa.
Gol: 1-0, min. 41: Leo Ruiz.
Árbitro: Iñaki Vicandi Garrido (Comité Vasco). Expulsó con roja directa a Gorostidi (min. 62), del Alcorcón. Amonestó a Clemente (min. 49), por la UD Logroñés.
Foto: UD Logroñés
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