La nueva Ley del Cine promocionará las películas de animación
El Pleno del Congreso dio luz verde a la Ley del Cine, tras la votación y aprobación de cinco de las seis enmiendas remitidas por el Senado. De esta manera, la Ley incorporará, entre otras mejoras, la promoción de convenios con RTVE para películas y cortos de animación y la modernización de salas y el apoyo a aquellas radicadas en pequeños núcleos urbanos, para el sector de la exhibición. Ahora sólo falta la publicación de la norma en el BOE.
La enmienda rechazada (325 votos en contra, 19 a favor y 2 abstenciones -los diputados de CiU y PNV suman en total 17-) fue la propuesta por CiU, que apoyó el PNV, y que consideraba como española una película dirigida por un extracomunitario, y ante la que los cineastas habían mostrado su rechazo, como el resto de grupos (el PP había mostrado su “reserva”).
En la tribuna de invitados, cerca de medio centenar de representantes del mundo del cine y el audiovisual, como Carlos Saura, Pilar Bardem, Agustín Almodóvar, José Luis Borau, Alejandro Amenábar o Juanjo Puigcorbé aplaudieron la aprobación de la norma.
Pese al consenso que ha caracterizado el trámite de esta Ley, las mayores diferencias llegaron en el debate de la enmienda que presentó en el Senado CiU, en cuanto a la nacionalidad de las películas españolas, al contemplar que no fuera necesario que el director fuera español siempre y cuando el 75 por ciento restante sí lo fuera. Esta enmienda fue rechazada por la mayoría (PSOE, PP, IU-ICV, ERC y Grupo Mixto).
Desde el PSOE, Antón Louro consideró que esta enmienda no aportaba, confundía y era contradictoria con CiU. “Esta Ley pretende apoyar a los creadores y autores europeos. La figura del director es central y si la productora quiere contar con un director extracomunitario, puede hacerlo, porque la Ley contempla la coproducción”, dijo tras calificar de “buena, querida, oportuna y útil” la Ley hoy aprobada y discrepar con el PP en que el artículo nuevo que hace alusión a la creación de un fondo paralelo para las producciones en lenguas cooficiales diferentes al castellano.
“LE FALTA UN HERVOR”
ERC también votó en contra de esta enmienda al considerar que hay que “parapetarse” ante la invasión cultural del cine de EEUU. “Entendemos el tratamiento diferenciado de origen del director”, señaló, apuntando que la Ley podría haber sido “mejorable y le falta un hervor”, ya que el Gobierno, dijo Joan Tardá, “no se ha atrevido a apretar las clavijas” a las televisiones privadas. “Son valientes con los débiles, no con los fuertes, ante los que se arrugan”, criticó Tardá, quien insistió en que su grupo luchará porque la sede de la futura Agencia Estatal esté en Barcelona.
Para IU-ICV, que también rechazó la enmienda de CiU, el director de la película “imprime el sello definitivo de la obra cinematográfica”. “Hay que defender a los directores”, precisó, agregando que, no obstante, la Ley “no es valiente” porque realiza “cambios imperceptibles”. “La Ley podrá y, si quieren, no podrá”, argumentó la diputada Navarro.
En representación del Grupo Mixto, el diputado Francisco Rodríguez (BNG) consideró que aceptar la enmienda planteada por CiU suponía “un atentado grave en contra de la excepción cultural”. “El director es como el gran coordinador y el que imprime el tono y espíritu”, dijo, destacando que el director ocupa “un papel esencial en la nacionalidad de la película”. Para el Grupo Mixto aceptar la enmienda bailaría el agua a las televisiones privadas “que quieren intentar respetar la aplicación del 5 por ciento con películas en inglés o con directores de EEUU”.
La diputada del Grupo Popular Beatriz Rodríguez-Salmones, mostró la “reserva” de su grupo ante la enmienda de CiU (en la votación hubo dos votos a favor y dos abstenciones más de otros grupos que no eran CiU y PNV).
EL FONDO PARALELO: “LA MORDIDA”
En líneas generales, dijo que salía del Congreso una norma “con amplio acuerdo”, con ayudas a exhibidores y animación, pero “arcaica”. Para el PP los 39 de los 40 artículos son buenos: la excepción, en referencia al fondo paralelo para las CC AA, que consideró “la mordida” necesaria para que en su día ERC, CiU e IU-ICV retiraran su enmienda a la totalidad.
Jordi Vilajoana (CiU) defendió la enmienda de su grupo argumentando que, pese a considerar que el director es “esencial” esta aclaración pretendía, además, “respetar el talento” de guionistas o directores de producción.
Por su parte, Aitor Esteban (PNV) dijo no entender la “polémica tan rotunda” sobre esta enmienda. “Y el guionista, ¿no tiene importancia?”, se preguntó, aclarando que ya en el texto inicial, a su entender, no se defendía a los directores. El PNV consideró que para que el cine español sea “autosuficiente” había que tender hacia la “internacionalización”.
Las otras tres enmiendas aprobadas corresponden a incentivos para obras con nuevas tecnologías que se destinen a medios distintos que las salas, teles o vídeo; una aclaración para “sancionar” y no “podrán ser sancionadas” ciertas conductas contrarias al cine; así como procurar la participación de diferentes sectores profesionales relacionados con la materia de la que conozca el órgano colegiado correspondiente.
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