La polución altera el cerebro
Estudios anteriores habían demostrado que las nanopartículas de la polución son lo suficientemente diminutas para alcanzar el cerebro, pero es la primera vez que se observan sus efectos en los mecanismos que sirven para procesar la información en nuestra mente.
El experimento, divulgado en la revista 'Particle and Fibre Toxicology', ha simulado las condiciones de unos trabajadores en un garaje o en un negocio al borde de la carretera.
Los autores, de la Universidad de Zuyd (Holanda), reclutaron a 10 voluntarios para que pasaran una hora en una habitación llena de aire limpio o bien en otra saturada de humo de motor diésel.
Se conectó a los participantes a un dispositivo que efectuó electroencefalogramas (EEG) para registrar las señales eléctricas de estas personas durante la exposición a las sustancias contaminantes y una hora después de haber abandonado el habitáculo.
Transcurrida media hora, los cerebros de las personas que estuvieron en las habitaciones contaminadas mostraban una respuesta de estrés en el EEG, una señal indicativa de que se ha producido un cambio en el modo en el cual la corteza cerebral está procesando la información que recibe. Dicha alteración se mantuvo al salir los participantes del ambiente contaminado.
Los autores son cautos a la hora de extraer conclusiones sobre la exposición a sustancias contaminantes a largo plazo, e indican que será necesario llevar a cabo nuevos estudios para conocer las consecuencias de la exposición crónica a estas sustancias.
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