La procesión de la Cena Santa acoge la autoflagelación de 12 'picaos'

El municipio riojano de San Vicente de la Sonsierra acogió en la tarde de ayer, durante la procesión de la Santa Cena, la autoflagelación de doce 'picaos', según ha confirmado el prior de la Cofradía de la Santa Veracruz, José Ramón Eguíluz.

Un año más, la tradición de los 'picaos' ha recorrido las calles de San Vicente, en cuya iglesia se ha repetido esta noche durante la Hora Santa; así como hoy, Viernes Santo, en las procesiones del Vía Crucis y del Santo Entierro.

Hasta el mismo inicio de las procesiones no se conoce el número exacto de disciplinantes, quienes deben ser mayores de edad, varones y contar con un certificado de su párroco que acredite su sentido cristiano y su buena fe.

El 'picao' mantiene su anonimato con una capucha que cubre su rostro, menos los ojos; mientras que el hábito blanco de lino que porta tiene una abertura en la parte posterior que permite dejar al aire la espalda, que se flagela con una madeja de algodón, de unos ochenta centímetros de longitud y, aproximadamente, un kilo de peso.

Este ancestral rito suele durar unos veinte minutos y se calcula que cada 'picao' se da entre ochocientos y mil golpes, hasta que su acompañante o 'padrino' y el práctico le indican el momento en el que debe ser pinchado.

El práctico utiliza para 'picar' la espalda del disciplinante y permitir que brote la sangre una 'esponja', que es una bola de cera virgen con seis cristales incrustados de dos en dos, tras lo que, ya en la sede de la Cofradía, es curado con agua de romero y con un bálsamo cuya receta se transmite de generación en generación.

Cada 'picao', que participa en esta tradición de forma voluntaria, elige para su penitencia una de las cuatro imágenes que participan en la procesión de la Santa Cena: la Dolorosa, el Eccehomo, la Flagelación y la Santa Cena, que recorren cerca de 1,5 kilómetros por las calles de San Vicente.

Muchas personas se trasladan hasta este municipio, con unos 1.160 habitantes, para presenciar esta tradición, cuyos orígenes se creen que son anteriores al siglo XVI.

Los 'picaos', además de en Semana Santa, también se autoflagelan durante la 'Cruz' del tres de mayo si es domingo y, si no, el domingo siguiente; y del catorce de septiembre en el caso de que sea domingo o, de lo contrario, a los siete días