Las ayudas vecinales

Faltan cinco jornadas para que la liga regular de Segunda división B termine y todo está en el aire. Con el Logroñés desmarcado (parece que ahora sí, definitivamente), la atención de la afición riojana (aunque con diferentes deseos) se centra en el Logroñés CF. ¿Será capaz el equipo de Rafa Sáez de salvarse? A principio de temporada la respuesta era obvia. Era una de las plantillas más competitivas de la categoría que, por aquello de que en el fútbol no necesariamente uno más uno son dos, está en las antípodas de su objetivo inicial.

La tarea, ya de por sí complicada, puede tener un nuevo aliciente: las ayudas vecinales. Una realidad que nadie puede negar y que, comenzando por Primera división (quien no recuerda los pitos que se llevaron los jugadores de Osasuna por no dejarse ganar ante la Real el pasado curso en lo que se preveía una devolución del favor donostiarra seis años antes), se extiende por todas las categorías del fútbol nacional.

Amén de resultados pactados (el Logroñés-Barakaldo de la 2003/04, por ejemplo) siempre hay suspicacias cuando equipos de la misma región juegan entre sí y en juego hay algo más que tres puntos. Eso puede convertirse en un lastre para el CF que, partiendo de que depende de sí mismo para salvar la categoría (se medirá a cuatro rivales directos), si que podría ver duplicadas sus obligaciones si Sestao y Lemona tienden la mano al filial del Athletic, club con el que, paradójicamente, tienen un acuerdo de colaboración (en principio sólo deportiva). Los dos equipos convenidos serán los próximos rivales del bloque de Lezama cuyo último triunfo se remonta al cosechado en Barakaldo (otro club con convenio) en la jornada 26.

A día de hoy los cachorros marcan la salvación con 36 puntos, dos más que el Logroñés CF y a tres del Valladolid B que, con 39 puntos, podrían pasar estar en el punto de mira del bloque de Rafa Sáez si en Sestao pirmero y Lezma después, sucede algo extraño.

Y por si todo lo anterior no fuera suficiente también hay quien mira el calendario del Logroñés. Con la salvación provisional (que no matemática) podría 'echar una mano' a su convecino de Las Gaunas ya que deberá medirse, a falta de tres y dos jornadas para el final, a Osasuna B y Athletic B, rivales del CF. ¿Sería posible una ayuda de buena vecindad si la categoría esta asegurada o esto no funciona en Logroño?