“No hacen falta grandes dispendios para comunicar con el cómic”

@page { size: 21cm 29.7cm; margin: 2cm } P { margin-bottom: 0.21cm } Cuando Pedro Espinosa realizó el cómic de 'El Sitio de Logroño' en 1982, por encargo del entonces concejal, Miguel Ángel Ropero, tan solo contaba con 23 años y, tal y como ha confesado, “no tenía mucha idea de lo que había pasado en 1521 en la ciudad, pero se hizo con la impronta espontánea”.

En esta nueva edición se cuenta la Historia de Logroño de forma didáctica mediante las hazañas, aventuras y desventuras de los mismos personajes de 1982, Tadeo y Rufo. Ellos nos llevarán de la mano hacia el momento en el que los franceses asediaron la ciudad y en el que los logroñeses la defendieron con uñas, dientes y hasta, en algunos casos, su propia vida.

“Lo primero que se hace con un cómic es sobarlo”, explica Pedro Espinosa mientras acaricia con su mano el libro que lo posa junto a su cara. “Es el niño bonito, el hijo grande, en color. Luego tenemos uno más sencillo, que es el cuadernillo, en blanco y negro. También está el diorama y Logroño no era mucho más grande, ya que se reducía a lo que había tras los muros”, apunta. El libro costará 14 revellines, el cuadernillo 3 y el recortable 4 (1 revellín es igual a 1 euro).

Pedro Espinosa asegura que no hacen falta grandes dispendios para comunicar con el cómic, ya que en 1521 ya se hacía una especie de 'Hola'. “Se trataban de hojas de imprenta con noticias importantes, poesías satíricas dirigidas a políticos...”, afirma el autor, quien además ha señalado que lo importante en la narración son los personajes que no salieron en los titulares, ni en la historia. Las personas de la vida cotidiana, aquellos ciudadanos que resistieron al sitio de Logroño de 1521.