Más no se puede hacer
El BM Logroño ha demostrado ante el Fuchse Berlín que puede estar a su altura. Es más, en tierras alemanas aprendió de los errores que le hicieron perder en el Palacio por una diferencia mayor de la esperada (29-34) e hizo todo lo humanamente posible para sacar algo ante el actual campeón de la Copa EHF. Con lo que no contaba fue con la ayuda arbitral que recibió el gigante germano cuando más caliente estaba el duelo. Cierto que Moreira desperdició una gran oportunidad para poner a los suyos por delante justo antes de los últimos diez minutos (podía haber hecho el 21-22), pero fue algo cantoso que Sánchez-Migallón recibiera la roja en el minuto 52 (con 23-23) y que casi a renglón seguido fuera Kusan el expulsado por tres exclusiones (minuto 54 con 24-23).
En este sentido, Gojun y Schmidt estuvieron mucho tiempo con dos exclusiones y la expulsión de Marsenic sucedió con sólo 53 segundos por delante y con el 28-26. Es decir, todo resuelto. Por todo ello, el choque de este domingo, pese a la derrota por 29-27, debe servir para que el BM Logroño regresa a tierras riojanas con la cabeza alta por lo realizado en la pista, por haber sabido mantener el tipo ante un coloso europeo y por haber mostrado un carácter competitivo donde nunca renunció a la victoria.
Es más, durante gran parte de la contienda pensó en llevarse el triunfo. El equilibrio fue una constante, gol arriba, empate. Una situación que se mantuvo hasta el 16-14, cuando se produjo, por primera vez en el partido, una diferencia de dos tantos. Quizá el descanso tuvo algo que ver, ya que durante la primera media hora el BM Logroño mantuvo el tipo gracias a su buen hacer defensivo y a lo que daban en ataque Muñoz, Kukic y Garciandia. Es más, Del Arco, en su único tanto, puso por delante a sus compañeros en el ecuador, 13-14.
Pero un parcial de 3-0 con dos tantos de Drux y otro de Holm parecían generar dudas en el comienzo de la segunda parte. No fue así. Rápidamente, los de Velasco mostraron sus ganas por dar la sorpresa para empatar a 16 con tantos de Junior Scott e Ilic. Vuelta a la igualdad, aunque el Berlín evidenciaba que manejaba algo mejor los tiempos para coger rentas como el 19-17 y el 21-19. Restaban quince minutos y el BM Logroño pudo darle la vuelta a la situación. Junior Scott e Ilic, otra vez, provocaban el empate a 21 y Moreira gozaba de la bola para el 21-22. Sin embargo, fue Wiede el que dio la ventaja a los suyos en cuanto se entró en los diez minutos finales, 22-21.
Entonces empezaron a suceder cosas extrañas. Zachrison dejaba a los alemanes por delante 23-22. Moreira tuvo las tablas, pero en la acción posterior Sánchez-Migallón veía la cartulina roja. Lindberg, desde los 7 metros, ampliaba la renta (24-22) con 7 minutos por delante. Kusan ajustaba y en la jugada siguiente el pivote croata veía su tercera exclusión. Un mazazo definitivo. El Berlín aprovechaba la situación para continuar por delante, aunque Kukic no se daba por vencido (25-24). Pero un parcial de 2-0 finiquitó el partido en favor de los anfitriones, por mucho que el central serbio aumentara sus cifras goleadoras y Marsenic viera la roja. Al final, un 29-27 que obliga, tras el triunfo del Saint Raphael al Balatonfüredi, a que el BM Logroño gane sus dos partidos y que el cuadro francés los pierda.
0