Moda contra la discriminación racial y sobre la realidad de la adopción: “No es una marca de ropa, es mi historia”

“Desde joven comprendí que la vida de cada niño es un reflejo de las circunstancias en las que nace”. Dice Melka Fernández, que siente que nació dos veces. La primera en su país de origen, Etiopía, solo en un orfanato, rodeado de pobreza y carencias, pero también de la naturaleza. La segunda, en 2010, cuando sus padres le adoptaron antes de cumplir los seis años y llegó a un entorno acogedor y cercano en Pradejón. “Me dieron oportunidades, que es lo más importante”.

Aunque dicen que los recuerdos de los primeros años de vida se olvidan, Melka Fernández, asegura que sí tiene imágenes de momentos, que con las fotos que le enseñaron sus padres, refrescaron sus primeras vivencias en Etiopía. Por eso, considera que ese cambio radical en su vida como un puente entre dos culturas y tiene muy presente a los niños y niñas de su país, que “soñaban con un futuro mejor, pero se veían atrapados por las limitaciones de sus entornos”.

Me acuerdo de los niños de mi país, de la pobreza, de que no tenemos todos las muchas oportunidades. Muchas veces se olvida y es una forma de recordarme que yo vengo de ahí

“Me di cuenta de que mi viaje no solo era personal”, dice este joven de veinte años, que quería encontrar la manera de dar voz a esos niños y “recordarle al mundo que cada vida tiene un valor inmenso y que cada niño merece una oportunidad de soñar y crecer”. Y así, casi por casualidad, encontró en la moda la mejor forma de expresión y nació MLK, una página web en la que vende camisetas, sudaderas y bolsas de tela con diseños creados por él mismo que reflejan todo este objetivo. “Mi producción no es masiva, yo no quiero eso, pero sí tienen un diseño único y un mensaje detrás”.

Optó por la moda para transmitirlo porque le pareció “una forma fácil de llegar a la gente”, según explica él mismo. Estudió electromecánica y tampoco consideraba el diseño un hobby: “De casualidad, se me ha dado bien dibujar”, le resta importancia. Pero así, tiró de ese hilo hace dos años y empezó a construir el proyecto en el que ha diseñado al completo la página web y todos los diseños, llenos de pequeños detalles, que hay “que ir descubriendo poco a poco”, aunque avanza la presencia de los colores de Etiopía, el cuerno de África o las frases de célebres.

El nombre de la tienda, MLK, puede ser evidente por las letras del nombre de su creador, pero también son las iniciales de Martin Luther King, uno de los líderes de la lucha por los derechos de la población negra. La discriminación racial está muy presente también el nuevo proyecto de Melka Fernández porque, aunque repite que su vida “ha sido muy fácil”, también ha tenido que experimentar el racismo: “Un recordatorio doloroso de que, a pesar de los avances, todavía existían barreras construidas por la ignorancia y la falta de empatía y que me hicieron sentir una mezcla de frustración y determinación”, señala en su presentación.

Melka se refiere a pequeñas cosas, pero que “siempre están”. “De pequeño no eres consciente y aunque todo fue muy acogedor, siempre hay algo. Por ejemplo, a veces me llaman Nico Williams. Me encanta jugador, pero yo soy Melka, esas cosas no me gustan”. Ahora, MLK es una respuesta a todo eso y, además, cuenta con una sección 'Black Power', con la que quiere contribuir al movimiento y reflejar la discriminación racial.

Este joven de Pradejón está muy ilusionado, aunque no niega que “también estresado”, pues quiere ofrecer un buen servicio a sus clientes y que su mensaje llegue, también a él mismo: “Me acuerdo de los niños de mi país, de la pobreza, de que no tenemos todos las muchas oportunidades. Muchas veces se olvida y es una forma de recordarme que yo vengo de ahí”. Melka ha creado un proyecto de moda con el que, asegura se está “desnudando” en público: “Esto no es una marca de camisetas, estoy transmiendo algo que es muy íntimo y me ha costado. Es mi historia”.