Naufraga una patera en el océano
El servicio de guardacostas estadounidense rescató ayer a 17 supervivientes y al menos diez cadáveres de inmigrantes irregulares procedentes de Haití y Bahamas que viajaban en una patera rumbo a Estados Unidos. La embarcación, en la que también viajaba una mujer embarazada y un niño, se hundió frente a las costas de Florida.
Los supervivientes contaron a los servicios de rescate que el bote había naufragado cerca de las 2 de la mañana del miércoles, pero fueron descubiertos después de 10 horas cuando una embarcación de recreo avistó la nave a 15 millas de la costa de Florida.
En los últimos siete meses los guardacostas norteamericanos han interceptado alrededor de 2.600 inmigrantes irregulares. La cifra asciende a 4.800 si se cuenta todo 2008.
A raíz de los huracanes que destrozaron la isla de Haití y acabaron con la vida de casi mil personas el año pasado, se ha incrementado el número de inmigrantes isleños que intentan alcanzar las costas de la Florida.
Este incidente ha reavivado el polémico debate sobre inmigración. Las autoridades estadounidenses están deportando a los inmigrantes procedentes de la isla, a pesar de que el gobierno de Haití ha declarado que el retorno de estas personas desestabiliza al país debido a la escasez de comida, agua y refugio.
En la actualidad hay cerca de 30.000 inmigrantes haitianos a la espera de ser deportados. Cherry Little, abogada del Centro de Defensa del Inmigrante en Florida pide a la Administración que retrase las deportaciones de estos inmigrantes y se les otorgue un estatus jurídico como residentes temporales para que puedan trabajar y enviar dinero a sus familias, al menos hasta que la situación en Haití mejores.
El aumento del flujo migratorio procedente de Haití no corresponde con el de la oleada migratoria global originaria de América Latina que, según apuntan los expertos estadounidenses en la materia, se ha visto reducida debido a la crisis y a la falta de trabajo en la 'Tierra de las oportunidades'.
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