Navarrete contará con un nuevo polideportivo municipal a principios de 2020
El pueblo de Navarrete contará con un nuevo polideportivo municipal a principios de 2020. Este se construirá en un solar de 6.500 metros cuadrados, con una superficie construida de 3.500 metros cuadrados y estará ubicado en el Camino de la Mora, junto al campo de fútbol, al sudeste de la localidad. En la parcela hay, actualmente, un campo de fútbol de arena y pistas de petanca y baloncesto. La construcción se hará sobre las dos primeras manteniéndose la cancha de basket.
Aransa Construcción y Obra Civil ha sido la adjudicataria del polideportivo, concurso en el que han participado cinco empresas. El inicio de las obras, con un importe de 2,4 millones, está previsto para el mes que viene, con un plazo de ejecución de 14 meses.
El pabellón contará con una cancha deportiva con las medidas mínimas reglamentarias para competiciones federadas nacionales de fútbol sala, baloncesto, voleibol y balonmano (1.116 metros cuadrados). De hecho, cumple la normativa del Consejo Superior de Deportes incluso en las dimensiones libres exigibles en las bandas: así, se han ampliado los fondos y la banda junto a la grada para facilitar la visibilidad y poder disponer de mesas arbitrales y banquillos.
La grada tendrá asientos con respaldo para 510 espectadores, con 6 plazas para personas con movilidad reducida a pie de pista. El polideportivo de Navarrete contará con un gimnasio de 200 metros cuadrados en la primera planta con un gran ventanal con vistas a la sierra de Cantabria. Está protegido de la luz solar directa salvo a las primeras horas del día en verano.
Sala polivalente
El recinto tendrá una sala polivalente de 300 metros divisible en tres aulas independientes. Estas salas están en la planta baja con iluminación natural y accesibilidad a dos de los vestuarios de las pista. Habrá vestuarios para cuatro equipos independientes, con duchas y baños separados, zona de árbitros y botiquín, cuatro despachos para asociaciones municipales, una sala de reuniones, una sala de control de iluminación y sonido de la pista, de especial utilidad en eventos no deportivos, aseos y espacios para otros usos, como almacén.
Será un edificio compacto para lograr la eficiencia energética y minimizar costes de ejecución. Por ello, tendrá dos plantas con graderío elevado respecto a la pista, con accesos independientes por escaleras y ascensor. Esto reduce la ocupación de la parcela, libera espacios en torno al pabellón y genera dos espacios complementarios y relevantes: dos vestíbulos. Ambos tienen un uso polivalente tienen vista a la pista de juego pero, además, uno de ellos tiene un gran ventanal hacia el campo de fútbol.
El pabellón tendrá cubierta a un agua con un gran lucernario al este y otros dos más pequeños al norte y al sur. Están diseñados para que entre luz natural pero sin generar deslumbramientos ni en la cancha ni en el público.
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