Informó el Eco de Nieva, una publicación efímera, al son de otros periódicos de la época de los años 20 del Siglo XX, que el 28 de septiembre de 1925, la localidad de Nieva de Cameros procedió a inaugurar sus nuevas escuelas, unas instalaciones en el entorno de la ermita de La Soledad cuyos benefactores fueron Don Luciano Bueno Sáenz y su señora Doña María Martínez de Pinillos, “hijos nobilísmos de la villa”.
El mismo diario también recoge, la necesidad impetuosa de la creación de un nuevo colegio ante el desfase de las instalaciones precedentes ya amortizadas tras tres cuartos de siglo en uso: las antiguas Escuelas Pías fundadas también por los hijos del pueblo, Plácido Villanueva y don Antonio Merino. La necesidad de amoldarse a las nuevas reglamentaciones de la Ley del Magisterio de comienzos del s. XX, por la que entre otras cosas todos los maestros pasaban a estar remunerados, propició que las antiguas escuelas quedasen relegadas de categoría.
Por esa razón y también acorde a que Nieva siempre había sido un pueblo preocupado por la correcta instrucción de sus paisanos, se hacía indispensable “la creación de unas escuelas amplias, bien dotadas y regidas para que la juventud adquiriera los conocimientos necesarios para luchar en la emigración (eterna sangría de esta villa)”, recoge el propio periódico. El 2 de julio de 1921 se colocó la primera piedra de la edificación en el conocido término de Las Sernas de Nieva de Cameros, extendiéndose durante 4 años la construcción del nuevo colegio.
Las actos para la inauguración del nuevo centro escolar se extendieron durante los días 27 y 28 de septiembre de 1928, una celebración sin parangón hasta ese momento y que se recordó durante mucho tiempo en este rincón del Camero Nuevo. Los eventos, incluyeron la cálida recepción de los benefactores Don Luciano y Doña María, la disposición de arcos florales en las calles que se dedicaron a estos ya hijos ilustres de la villa, los discursos entre otros del alcalde de la localidad, el gobernador civil de la provincia y del obispo Fidel García, bailables y música de orquesta amenizada por parte de la banda de Alberite, menús servidos por el restaurante Las Amescoas de Logroño, y para culminar, fuegos artificiales del pirotécnico Ángel Sanz de Zaragoza. Todo ello motivó la congregaron de gran cantidad de curiosos y visitantes llegados no solo de los pueblos vecinos de Cameros, sino de otras localidades de La Rioja como recogen las crónicas.
La magnitud de este evento, y la trascendencia histórica que tuvo para el porvenir de muchas generaciones de neveros la creación de este colegio, ha sido el motivo fundamental por la que el Ayuntamiento de Nieva de Cameros en colaboración con numerosos colectivos, haya decidido recordar tal efeméride este próximo sábado coincidiendo con el centenario de la inauguración.
Por ello, se prevé realizar una serie de actos en similitud a los que tuvieron lugar hace un siglo exactamente en la propia localidad: discursos conmemorativos, concierto de armónica, comida popular, visita guiada, exposición fotográfica y presentación de libros.