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“No podemos ser optimistas con el coronavirus en las residencias: la evolución es preocupante”

"No podemos ser optimistas con el coronavirus en las residencias: la evolución es preocupante"

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Pablo Rubio se ha encontrado una Consejería coja. En plena crisis del coronavirus, Concha Andreu decidió cesar a la titular de Servicios Sociales, Ana Santos, y tras ella dimiteron sus directores generales Santiago Urizarna y Mª Luisa Ruiz Escudero. Todo ello en una Consejería encargada de gestionar las residencias de personas mayores, donde el virus está teniendo especial incidencia.

En medio de estos dos trances, sanitario y político, Rubio, histórico cargo socialista y exconsejero de Trabajo y de Salud, ha recibido el complicado encargo de pilotar una nueva Consejería, de Servicios Sociales y Gobernanza Pública, que incluye también Política Local.

¿Qué ha significado volver al Gobierno de La Rioja?

Me he incorporado después de cinco años fuera de la actividad pública en un momento muy marcado por las circunstancias. Desearíamos que terminara esta etapa y que volviéramos a una normalidad que no fuera la nueva, sin ningún término adicional, y recuperar cuestiones que se han perdido y retrocesos producidos. Estamos en una fase de importante retroceso, en la que, junto con la crisis, tenemos más desconocimientos q certezas.

¿Cómo ha sido su llegada, tras el cese de su antecesora, Ana Santos, y teniendo que formar un equipo nuevo?

Se ha producido una transición adecuada. Tendría que agradecer que entre los directores y sus sustitutos ha habido una cooperación máxima y eso es digno de reconocimiento. Por otra parte, es un mismo proyecto, al margen de cuestiones personales y esa transición se ha dado correctamente. Lo importante es el servicio público y las posiciones personales tendrían que estar al margen de esa prioridad.

Ha habido críticas por el nombramiento como director de Servicios Sociales de Jorge Fraile, una persona ajena a esta área.

A veces en las corporaciones se defiende, legítimamente, el interés por que los responsables pertenezcan a esa corporación. Lo sorprendente es que las críticas no respeten la norma de cortesía de dar cien días. Censurar a cualquier persona, en el caso de directores generales, por su capacidad en el ámbito social, cuando si se analiza su trayectoria se ve que ha estado unida a aspectos sociales, está un poco fuera de lugar, pero todo el mundo tiene derecho a valorar los nombramientos. Creo que hay que valorar a las personas en función de sus hechos y de lo que realicen en su actividad pública.

En función de sus hechos... ¿cómo valorar la gestión de su antecesora? ¿se actuó tarde en el cierre de residencias?

Objetivamente no tengo elementos de juicio para hacer una valoración precisa y ver lo que ha sido la situación este último año. Tendré que dedicarme a mirar el presente y el futuro. He escuchado las valoraciones que se han hecho sobre esta situación y también entran en el derecho de cada persona a valorar, pero yo no he sido protagonista ni parte en ese proceso.

Veo la situación en la actualidad en las residencias y creo que están haciendo un esfuerzo importante en la gestión, intentando controlar la expansión de la pandemia. Veo también las dificultades, lo que hace que no exista una seguridad plena: están confinados los residentes, pero no podemos confinar a las personas que los cuidan, que viven en su medio social, personal y familiar donde puede existir un riesgo elevado de contagio y de transmisión a las propias residencias.

Además, los mayores son personas muy vulnerables. El hecho de que una persona con edad avanzada y con patologías previas contraiga el covid, hace que su riesgo sea más elevado, más grave, lo que no quita que además exista una seguridad en una parte de la población que minimiza los riesgos de la enfermedad.

Los fallecidos suelen ser personas mayores y también los enfermos más graves. ¿Existe preocupación por esta situación?

La semana pasada decíamos que estábamos en una situación de cierta meseta pero vemos la evolución actual y es preocupante. No soy una persona especialmente optimista y quizás, a veces, tiendes, con cierta objetividad, a pensar en las situaciones más negativas para intentar superarlas. En estos momentos no se puede ser estrictamente optimista. Hay una situación que es complicada, se han puesto medios, hemos hecho un cribado generalizado a los residentes y se está haciendo a los trabajadores. Al menos tendremos una fotografía real de la situación pero esto se mueve cada día. Lo hemos comentado con otras comunidades y esa misma dificultad existe en todas. Tenemos más incertidumbres que certezas.

Se han blindado las residencias, ¿se podrían tomar medidas más drásticas?

Somos la comunidad con medidas más estrictas de toda España. Queremos limitar el índice de letalidad, sabiendo que las residencias son centros sociales donde viven personas que tienen cierto deterioro físico o psíquico y que en las residencias también se fallece. Hay datos también positivos: el 93% de los casos son asintomáticos, con lo que el efecto es menor. Además, los avances que se están produciendo en el ámbito sanitario han conseguido que exista un menor índice de fallecimientos o de mortalidad y una mejor atención. Las estancias en la UCI y en hospitalización son más prolongadas en el tiempo, aunque existe el resigo del colapso del sistema sanitario.

¿Cómo es la relación con la consejera de Salud, Sara Alba? Era uno de los aspectos sobre los que Ana Santos mostró su descontento.

A partir del 25 de agosto, la relación es absolutamente fluida. Ante la necesidad de cooperación de las dos consejerías -no sólo en residencias-, se intentan dar respuestas de forma continuada. Si fuera lo contrario, sería mi obligación decirlo.

Más allá del coronavirus, ¿se trabajará para reducir las listas de espera en las residencias riojanas?

Tenemos que diseñar cuál es nuestro modelo, unido también a la sociedad y a la respuesta que esta sociedad da a a las personas mayores, lo que tendría que ser objeto de crítica en algunos casos. Tendremos que valorar que la respuesta que demos a las personas mayores pase por su plena integración social y su plena conexión con nuestra sociedad, evitando una tendencia a la marginación. Las residencias son el últimos recurso en la atención a las personas mayores. Por lo tanto, la prioridad será ofrecer alternativas en ámbitos distintos, en función de su situación. Hay que intentar que las personas mayores vivan en su propio entorno.

En esta comunidad tenemos una ratio más alta que en otras comunidades. Tendremos que valorar, y esto formará parte de un plan estratégico, cuál es el número ideal de plazas de residencias. En otros países se están cuestionando estas medidas y valorando otras alternativas como la telealarma, las nuevas tecnologías, las relaciones intergeneracionales... Existe lista de espera en residencias, también en otras comunidades, pero tendremos que asociarlo a una cuestión más general: cuál es la atención que debemos dar a las personas mayores.

¿Teme que aumente la pobreza con la crisis del coronavirus?

No es un temor, es una realidad. Venimos de una crisis en una sociedad, la española, que es muy desigual porque no desarrolló en su momento un modelo de estado del bienestar. Desde 2013, se registra una mejoría, que se mantuvo hasta 2019. En 2020 se registra una nueva crisis y ahora somos más desiguales, especialmente en la infancia. No sirve para nada una sociedad que incumple su contrato social. En mi opinión, la pobreza se va a manifestar más en familias monoparentales, madres que tienen dificultades para conciliar, no tienen trabajo o lo tienen pero en condiciones precarias. Tendremos que trabajar, sabiendo que tenemos recursos limitados.

También ha habido críticas por los retrasos en la tramitación del Ingreso Mínimo Vital.

Confío en que en los próximos meses la Seguridad Social pueda resolver este retraso. Es una prestación muy importante, asociada a la filosofía de que tiene que haber una prestación universal como derecho para todos los ciudadanos.

La Rioja es la única comunidad que no tiene una Ley contra la Violencia de Género.

Es un trabajo compartido con Igualdad y estamos en una fase de estudio previo. Se tendrá que desarrollar y es un compromiso de legislatura la redacción de esa ley.

Otra de sus funciones son las relaciones con el Parlamento. ¿Cómo va a ser esas relaciones con Francisco Ocón, cesado como consejero en el Gobierno de La Rioja?

Serán igual de fluidas que dentro del Gobierno. Deseo y confío en que va a haber una relación de intercambio y cooperación importante. Me ha sorprendido la situación actual, veo que existe una actividad de control importante, pero ahora es un periodo corto como para hacer una valoración más amplia. Por lo que que conozco estoy viendo una labor de cumplimiento de esa tarea de control importante. Confío en que cada uno de los distintos poderes esté ejerciendo su papel, sabiendo que puede ser incómodo para otros poderes.

¿No teme una situación de bloqueo por parte de su propio grupo parlamentario?

Evidentemente no, todos somos conscientes del proyecto en el que estamos.

Esta semana saltaba la polémica con la noticia publicada en El Mundo en la que se acusaba a la exconsejera Ana Santos de haber “colocado” a su hija en unas oposiciones a Policía Local

Hemos comunicado de forma inmediata que se trata de un proceso transparente, realizado con pulcritud, desde el anonimato en las personas aspirantes y que se garantizaba lo que establece la Constitución, el principio de capacidad y mérito en la cobertura de los puestos públicos. Es un poco excepcional habernos pronunciado, pero creíamos que el honor de las personas está por encima de informaciones que dañan ese honor y también ponen en duda el sistema de seleccion de personal y la honorabilidad de los funcionarios, que está fuera de toda duda.

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