Obama pide a Wall Street que apoye la reforma financiera
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, instó hoy a los altos directivos de Wall Street a que apoyen la reforma del sistema financiero, que es “de sentido común” y abandonen sus “feroces esfuerzos” por bloquearla, ya que no sólo vela por el interés del sector, sino por el de todo el país.
Durante un discurso pronunciado en el centro Cooper Union de Nueva York, Obama acusó a los altos cargos de la banca de contratar a “un ejercito de 'lobistas' para modificar esa reforma en función de sus intereses concretos”. “Les insto a que se unan a nosotros en vez luchar contra nuestros esfuerzos”, añadió.
€n este sentido, aseguró que no existe ninguna línea divisoria entre Main Street y Wall Street, por lo que insistió en que estas reformas no sólo son la mejor opción para los intereses del país, sino también para los intereses del sector financiero. “Nos levantamos o nos caemos juntos como una nación”, aseveró.
Asimismo, Obama negó las acusaciones que sugieren que esta reforma permite o alienta futuros rescates de entidades financieras y defendió que el sistema actual fue el que condujo a los “costosos rescates para los contribuyentes”. “Un voto por la reforma es un voto para parar los rescates por parte de los contribuyentes. Esta es la verdad”, incidió.
RIESGOS DE UNA CRISIS.
Por todo ello, Obama subrayó que es necesario aprender lecciones de esta última crisis, para evitar que se vuelva a repetir algo similar. “Y no se equivoquen, eso es exactamente lo que ocurrirá si dejamos que este momento pase, un resultado inaceptable para mí y para el pueblo estadounidense”, añadió.
Así, remarcó que esta recesión se debió a una “falta de responsabilidad”, tanto por parte de Wall Street como de Washington, que derribó muchas de las grandes entidades financieras del mundo “y casi arrastró a la economía a niveles de la segunda Gran Depresión”.
En este línea, el presidente estadounidense recordó que una de las principales contribuciones a la recesión fue una crisis financiera “más grave” que cualquier otra que se haya conocido en generaciones.
Obama recalcó que un mercado libre no significa tener licencia para “llevarse todo lo que se puede conseguir”, aunque así ocurra, que es lo que pasó de forma demasiado frecuente en los años previos a la crisis. Obama defendió un sector financiero “fuerte, que ayude a la gente a aumentar su capital, a obtener préstamos y a invertir sus ahorros”.
REFORMAS NECESARIAS.
Por otro parte, Obama enumeró los elementos fundamentales que debe tener un sistema regulatorio financiero, que incluye una reducción de forma gradual de las grandes firmas cuya caída podría hacer colapsar los mercados, para proteger así al sistema financiero, a la economía y a los contribuyentes.
Además, destacó que la inexistencia de esta legislación durante la quiebra de Lehman Brothers obligó a tomar decisiones que afectaban a algunas de las mayores empresas del mundo “en mitad de la noche”. Además, insistió en que, aunque ya se ha recuperado la mayor parte del dinero empleado para el rescate de entidades financieras, “los ciudadanos nunca debieron estar expuestos a esa situación”, sino que la propia industria financiera debería costear esos procesos.
En este línea, defendió la conocida como 'regla Volcker' que prohíbe a los bancos operar con fondos propios, lo que no sólo protegerá el sistema ante posibles crisis, sino que lo hará más competitivo. Además, apostó por una reforma que dé más transparencia a los derivados.
Por último, reclamó una mayor protección y poder para los consumidores en el sistema financiero, para que así pueden contar con una mejor información a la hora de tomar decisiones que podrían dar más estabilidad al sistema. Obama también demandó más derechos para los accionistas y que pueden decidir sobre los incentivos de los directivos, que llegaron a ser “enormes”, y en algunos casos “perversos”, porque se premiaba la toma de riesgos que condujo a la crisis.
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