Polonia estrena presidencia de la UE
Segundo semestre de 2011, nueva presidencia europea. La ruleta rotatoria ha caído sobre Polonia en un momento nada fácil para sacar adelante el proyecto común de los Veintisiete. Grecia, desmoronada y con una deuda pública que lo ha dejado al borde de la bancarrota, así como las recaídas constantes en la crisis económica y las protestas por el Pacto del Euro hacen complicado que se puedan cumplir las expectativas del primer ministro polaco, Donald Tusk, de reverdecer la confianza de Europa y, quizás, también en ella.
La identidad del objetivo comunitario ha quedado diluida por la brutalidad de la crisis financiera y la necesidad de acudir al rescate de tres países. Las fluctuaciones del euro, ha reconocido Tusk, convierten esta presidencia en “difícil” para recuperar la confianza. En estos términos se expresaba el dirigente polaco afirmando que “a veces se puede tener la impresión de que estas dificultades socavan la fe de los europeos en una Europa común, y sin embargo la UE fue fundada para los buenos pero también para los malos tiempos”, escribe Tusk en un artículo que publica hoy el diario local “Gazeta Wyborcza”.
El jefe del Gobierno polaco es un convencido europeísta, lo que le valió recibir el pasado año el premio Carlomagno por su trabajo para llevar a su país “el entendimiento y la cooperación europea, alejándolo de los nacionalismos”.
“A pesar de no renunciar a los objetivos que habíamos planeado durante meses, creo que el más importante hoy es la recuperación de la confianza en Europa”, afirma Tusk, quien añade que el primer mensaje de la presidencia será “restaurar la fe en el lenguaje común de la política europea”. “Para mí no hay duda de que estos esfuerzos deben basarse en el principio de solidaridad, que tantas veces ha permitido crear un espacio común de acuerdo”, dice el mandatario polaco.
Para el primer ministro de Polonia es importante lograr el compromiso en cuestiones como el presupuesto comunitario o el apoyo a Grecia, aunque sin excluir a nadie ya que de lo contrario sólo espera el fracaso. Donald Tusk también enumera las prioridades de la presidencia polaca, que pasan por hacer “todo lo posible para profundizar en la integración del mercado de la UE”, ya que desde Varsovia se asegura que unificar mercados como el del comercio electrónico, por ejemplo, favorecerá el crecimiento económico.
“Vamos a apoyar una nueva ampliación de la UE y la cooperación con los vecinos, porque esto va a garantizar la estabilidad a las puertas de Europa”
, añade, además de anunciar que trabajará para “fortalecer la seguridad energética, alimentaria y militar de la UE”.
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