Raikkonen hace saltar la banca

Rioja2

0

El piloto finlandés Kimi Raikkonen (Ferrari) rompió los pronósticos y se proclamó nuevo campeón del mundo de Fórmula 1 al conquistar el Gran Premio de Brasil y aprovecharse del tercer insuficiente puesto de Fernando Alonso (McLaren-Mercedes) y de los nervios de Lewis Hamilton (McLaren-Mercedes). El inglés fue más novato que nunca y lo pagó caro. Líder antes de la salida y en segundo lugar de la parrilla, manejaba todas las posibilidades y sólo un error o una avería le apartarían de entrar en la historia.

Hizo lo primero, provocado por un gran Alonso, que en peores condiciones de motor, luchó hasta el final y sólo dijo adiós al título cuando restaban 20 giros a Interlagos, momento en el que Felipe Massa, clave, 'cedió' a 'Ice Man' la necesaria primera plaza dadas las circunstancias, aunque sin ninguna suspicacia. McLaren-Mercedes buscaba su primer título desde el doblete de Mika Hakkinen en 1998 y 1999, pero éste fue a parar a otro finlandés, un ex 'flecha plateada', que se tomó su venganza y que repitió lo que hizo en 1950 Nino Farina, que partía como tercer clasificado y pudo con Juan Fangio y Luigi Faglioli. Es el tercer finés, además del mencionado Hakkinen, y de Keke Rosberg (1982), en coronarse campeón.

Por su parte, Fernando Alonso arriesgó desde la luz verde, pero no pudo hacer nada ante la superioridad de los 'bólidos rojos'. Fiel a su carácter, hizo soñar a todos los aficiones con la triple corona, sobre todo tras adelantar genialmente a su compañero antes de la primera vuelta. Luego, quedó encomendado a las estrategias rivales, que no le fueron favorables. Peor fueron las cosas para Hamilton. Destrozó todos sus sueños por un innecesaria intento de adelantamiento al asturiano cuando podría haber optado por ser algo más conservador y haber manejado mejor la situación desde su por entonces cuarta posición. El 'rookie' hizo una acción propia de un debutante y no de un líder y McLaren-Mercedes recibió el castigo que se había buscado durante toda la campaña.

Toda la emoción de la carrera decisiva estuvo presente en la salida, en donde Alonso brindó por fin un inicio de los de antaño, pese a partir desde la cuarta posición y pasar apuros al inicio con Mark Webber (Red Bull). Por el contrario, Hamilton se quedó a la estela de los Ferrari de Massa y Raikkonen y vio como su compañero de equipo demostraba que no iba a dar ninguna facilidad con un gran adelantamiento al 'rookie'. Éste, que había advertido en la previa que no estaba nervioso, actuó contrario a sus palabras. Cuarto y aún con el título antes de la primera vuelta, intentó devolver el adelantamiento a Alonso y en su atrevimiento se salió del trazado de Interlagos.

Esta acción no fue únicamente perjudicial en cuanto a posiciones sino respecto a su monoplaza, que por el impacto de la salida vio dañado su cambio. Hamilton, en un visto y no visto, se marchó a los puestos traseros desde los que tendría que remontar, una vez solucionados este percance y con un cambio de estrategia, de dos a tres paradas. Por delante, todo quedaba en manos de los Ferrari, impecables en su ritmo, pero con Massa delante de Raikkonen, lo que daba en cualquier caso el título al piloto español, tercero, resultado que le valía y que se presagiaba casi definitivo dado el dominio de los 'bólidos rojos'. Era la hora de las suspicacias. La FIA atenta y el 'Cavallino Rampante' con el dilema de ver al finlandés en una plaza que no le daba la corona por la prohibición de las órdenes de equipo en la carrera.

RAIKKONEN, PRIMERO TRAS EL SEGUNDO REPOSTAJE.

Fernando Alonso se mantenía en esa posición vigilando muy de lejos a Raikkonen y Massa. El polaco Robert Kubica (BMW) era la única preocupación para el ovetense, que llegó a marchar cuarto por el adelantamiento del centroeuropeo, provocado por pasajeros problemas de agarre de los neumáticos del MP4-21 y por la diferente estrategia del BMW, más veloz en esos instantes. Por detrás, Lewis Hamilton se aferraba a todas sus opciones y recibía la 'ayuda' además del resto de pilotos, que abandonaban uno tras otro en un Gran Premio 'loco' desde la puesta en marcha del semáforo verde.

El inglés se situó octavo, el límite permitido para no afectar a Alonso, pero todo se acabó a la hora de la segunda parada de Ferrari. Massa entró primero, y cedió el primer puesto a Raikkonen, que supo aguantar esa plaza en su entrada a 'boxes'.

Faltaban menos de 20 vueltas para el final del Gran Premio de Brasil. Alonso necesitaba subir un peldaño más para renovar su corona, aunque Hamilton lo tenía más complicado. En McLaren-Mercedes rezaban por una avería de algún 'bólido rojo', pero no se produjo el milagro. Raikkonen y Ferrari sonrieron y las 'flechas plateadas' quedaron fuera pese al empeño del piloto que habían señalado como su gran rival porque por el que apostaron falló cuando menos debía.

Etiquetas
stats