Raúl brilla en la noche de Cristiano
El Real Madrid no pudo pasar del empate (1-1) ante el Al Ittihad en la puesta de largo ante su afición y en partido perteneciente a la cuarta jornada de la 'Peace Cup', en donde destacó el regreso del Esteban Granero a la que fue su casa desde niño.
El 'pirata', que sólo contó con un cuarto de hora, se mostró muy activo y revolucionó el choque con un trallazo al larguero a los tres minutos de pisar el nuevo césped del Santiago Bernabéu. El tanto blanco, como siempre, llegó del eterno capitán.
Raúl, impasible al alud de fichajes que han arribado a Chamartín este verano, aprovechó un pase de Benzema para revolverse en el corazón del área y llevar el primero al fondo de las mallas. Sin embargo, La respuesta de los árabes fue casi inmediata.
A los ocho minutos del tanto merengue, una falta lateral fue aprovechada por Aboucherone para marcar a placer de cabeza adelantándose a su marca. Un tanto idéntico a aquel que consiguió Benayoun este año en el Bernabéu en los octavos de la 'Champions'.
Pero, a pesar de los goles, las gradas semidesiertas y el ambiente veraniego, el nuevo Real Madrid de Pellegrini demostró sus intenciones, valor fundamental para llevar a cabo con éxito cualquier propuesta futbolística.
Gago y Lass --cada uno en un acto-- se convirtieron en clave a la hora de hacer el apoyo con el resto de centrocampistas y tirar el desmarque, mientras que el juego en el último cuarto de campo es extremadamente rápido, además de que el equipo valora las diferentes opciones con las que cuenta, que ya no es sólo Robben.
De hecho, la entrada del extremo holandés en la segunda mitad y de otros como Guti o Higuaín propició más ocasiones para los blancos, que recordaban al equipo vertical e insípido que creó Juande Ramos, con el objetivo siempre de hacer buena la velocidad del '11' zurdo.
Por su parte, Cristiano Ronaldo pasó desapercibido entre bicicleta y bicicleta salvo alguna ocasión en la que conectó con Raúl. Benzema, que confirmó cada día que no se han equivocado en su fichaje, buscó con más ahínco el gol, pero siempre sin ser egoísta, constante que intenta instalar el bueno de Pellegrini. Todavía queda para eso, pero los pilares comienzan a colocarse en partidos de pretemporada.
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