Reporteros Sin Fronteras denuncia el arresto de 41 periodistas

Hace un mes los ojos del mundo se fijaban en Irán, cuando parte de su población se echaba a las calles para protestar por unas elecciones que consideraban fraudulentas. Los disturbios, la violencia y las muertes que se produjeron en este país colmaban las páginas de los periódicos y los espacios informativos de televisión.

Sin embargo, ha pasado un mes y apenas se informa de la situación que se vive en este país. El régimen de Irán no ha cambiado durante los últimos 30 días, y prueba de ello es la denuncia que realiza la organización de Reporteros Sin Fronteras (RSF) sobre la situación que viven periodistas y ciberdisidentes en este país.

Según RSF, en los últimos días cinco periodistas han sido arrestados por las autoridades iraníes, sumando así 41 periodistas y ciberdisidentes detenidos desde el comienzo de las manifestaciones en Irán.

“La situación es muy inquietante. Cuatro de los cinco periodistas arrestados han sido conducidos a un lugar desconocido y su familia no tiene ninguna información sobre su salida. En general, las condiciones de la detención son dramáticas. Los detenidos son privados de todo derecho de visita y sus abogados no tienen acceso a sus expedientes. La mayor prisión del mundo para los periodistas es igualmente la más peligrosa. Nosotros estamos pidiendo la liberación inmediata de todos los prisioneros de opinión”, declara RSF.

Entre los nuevos detenidos se encuentra Tohid Bighi, fotógrafo y colaborador de la Web en favor del candidato Mehedi Karoubi, 'Mashroteh', que fue detenido el pasado 11 de julio. Lo mismo le ocurrió al fotógrafo Majid Saidi, detenido en su domicilio por agentes del ministerio de Información.

En esta misma fecha, el periodista del semanario 'Yarpagh', Said Matinpour, fue encarcelado después de haber estado convocado a la 15ª sala del Tribunal revolucionario de Teherán. Un mes antes, el periodista había sido condenado a ocho años de cárcel por haber “mantenido relación con extranjeros” y por hacer “publicidad contra el régimen”.

Después de su primera condena, en 2007, Matinpour ha sufrido importantes problemas de salud relacionados con las condiciones en las que le mantuvieron prisionero.

Las condiciones en que se encuentran estos detenidos en las prisiones iraníes es tal que, el pasado 11 de julio, un joven de 19 años, Sohrab Arabi, murió en prisión debido a la serie de torturas a las que fue sometido.