Todavía no se ha olvidado el estallido de ilusión cuando salió el Gordo de la Lotería de Navidad el año pasado. Un número que muchos no olvidarán, el 72.480, que se vendió íntegramente en Logroño, en la administración de Muro del Carmen. No hubo descorches de champán, sino brindis con vino de Rioja y muchos abrazos. Rápidamente, se supo que la suerte había viajado con esas papeletas de Logroño a Madrid y que el número se había repartido en un club de baloncesto del barrio de San Blas.
Sin embargo, el Gordo cayó en Logroño y “eso provoca un boom”, asegura Carlos Ruiz, delegado de Loterías en La Rioja. Un boom que se ha notado en las filas en las puertas de las administraciones de la ciudad. “Si la gente se acuerda de que tocó en Calahorra hace veinte años, cómo no se va a acordar de que el año pasado fue en Logroño”, apunta Ruiz. Así, la estela del primer premio se ha unido a la tradición lotera de La Rioja, la tercera comunidad con más dinero consignado por habitante, 113,96 euros.
“Llevábamos veinte años sin conocer esa emoción, fue una alegría, por descontado”, recuerda el delegado, que puntualiza que “no solo el Gordo es importante” y que en la Delegación de Loterías están pendientes del primero a los quintos. Ellos son los encargados de acudir a todas las administraciones de La Rioja que venden uno de los grandes premios, para entregarles las camisetas y carteles con los que celebrarlo. Y así disfrutar de la ilusión en primera línea con los loteros.
Aunque la Delegación no es punto de venta y el ritmo frenético de las últimas horas de venta -se puede vender Lotería hasta las 22.00 horas de este domingo- se centra más en las administraciones, están preparados para la devolución. Se hace por terminal, pero tienen que estar pendientes de resolver cualquier incidencia que se pueda producir. “No podemos faltar ni un segundo”. Porque, como alerta Carlos Ruiz, “cuando se cierra la venta, nadie puede decir: 'oiga, es que quería jugar este número' ”.
Como ocurre siempre, la terminación más deseada ha vuelto a ser la del año. Esta vez, el 25. “Números por los que más han preguntado son el 21425, la fecha del fallecimiento del Papa Francisco o el 28425, el día del apagón”, señala Carlos Ruiz, recordando que el año pasado ocurrió lo mismo con la fecha de la dana de Valencia o en su día con el desastre del Prestige. También ha habido personas preguntando en la delegación por el número 00093, que coincide con el dorsal del motociclista Marc Márquez.
El 5, de hecho, es el nuÌmero que maÌs veces ha resultado premiado 32 veces, pero nunca ha terminado en 25. Más allá de números preferidos, las posibilidades son para todos las mismas: una entre las 100.000 bolas de números que hay en el bombo. Como la estadística es la misma, La Rioja espera volver a repetir fortuna y cantar alguno de los grandes premios, con la esperanza de que algo más se quede en la comunidad autónoma. Así lo espera el delegado de Loterías: ¿Que si se va a volver a repetir? Pues puede que sí, eso lo da la suerte“.