Sarkozy condena la actitud de la ONG 'Arca de Zoé'
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha condenado la operación de la ONG gala 'El Arca de Zoé', que pretendía llevar a Francia 103 niños del este del Chad y de Darfur (Sudán) supuestamente por razones humanitarias, calificándola de “ilegal e inaceptable”, según un comunicado del portavoz del Elíseo, David Martinon. El presidente de la República francesa llamó ayer por teléfono al presidente chadiano, Idriss Déby, para hablar del “triste asunto” del Arca de Zoé, condenar los hechos e interesarse por la suerte de los franceses detenidos en Abéché, en el este del país, cerca de la frontera con Sudán, indica el texto del Elíseo.
Mientras, diecisiete personas, nueve franceses -seis miembros de la polémica asociación y tres periodistas-, siete españoles y un belga se encuentran detenidos en Chad acusados de haber intentado llevar ilegalmente a Francia a los menores.
El Gobierno francés ha montado una célula de crisis en el Quai D'Orsay, sede del ministerio de Asuntos Exteriores, al frente de la cual está la secretaria de Estado de Derechos Humanos, Rama Yade, que ayer mismo consideraba “prematuro” solicitar la extradición de los detenidos.
Según la prensa francesa, París evitará impedir la acción de la justicia chadiana. Esta tesis se ve avalada por las declaraciones del embajador francés en el país africano, Bruno Foucher, que tras entrevistarse ayer en el este del país con el presidente Iddris Déby declaró que los responsables de la operación “responderán de sus actos en Chad”.
Los siete españoles miembros de la tripulación del Boeing 757 fletado para trasladar a los menores también están retenidos y el piloto belga Jacques Wilmart, que ha trasladado durante las últimas semanas a parte de los niños desde la frontera entre Chad y Sudán hacia Abéché, se encuentra detenido en Yamena.
En Abéché, se ha permitido a la prensa local ver a los detenidos pero no se les dejó hablar con ellos ni hacerles fotos. No obstante, según el relato de los informadores chadianos, los europeos “parecían estar debilitados pero ninguno tenía aspecto de haber sido tratado con violencia”. Todos ellos se enfrentan a serias penas y las autoridades judiciales del país africano hablan de “veinte años de prisión con trabajos forzados”, según el relato de un periodista local recogido por 'Le Figaro'.
De hecho, el presidente Déby ha prometido sancionar “con severidad” a los miembros de la operación supuestamente humanitaria y ha llegado incluso a acusarles de pretender comerciar con los niños en una red de pedofilia o en tráfico de órganos. Fuentes diplomáticas citadas por 'Le Figaro' consideran “sin fundamento” ese tipo de acusaciones.
La diplomacia francesa se ha movilizado para hacer frente a este embrollo y tanto el ministro galo de Exteriores, Bernard Kouchner, como su secretaria de Estado se han mostrado dispuestos a viajar al Chad, donde ya se ha desplegado una buena representación del cuerpo diplomático para asistir al cónsul francés en Abéché.
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