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La segunda vida de unas camisas de seda para que el pueblo palestino pueda recuperar la suya

“Lo que está ocurriendo en Gaza es de un nivel insoportable”. Una conversación telefónica con una amiga que vive en Barcelona y un café temprano han dado un giro al proyecto de esta riojana, afincada en Madrid, y que desde hace más de un mes ofrece una segunda vida a camisas de seda con la esperanza de que el pueblo palestino pueda recuperar la suya.

"Me di cuenta de que mi manera de expresión iba a ir más por la parte gráfica que por la escrita

Ana Escalera (Logroño 1977) se define como “diseñadora y artesana especializada en serigrafía desde hace más de 20 años”. Técnica que descubrió de forma autodidacta y que se ha convertido en eje de su práctica creativa. Escalera también es periodista y, de hecho, fue finalizando sus estudios de Periodismo cuando descubrió este método de estampación del se enamoró. También estudió Diseño Gráfico. “Me di cuenta de que mi manera de expresión iba a ir más por la parte gráfica que por la escrita”. Así abrió su primer estudio al que le siguió el actual, El presente Perfecto, un estudio taller en Carabanchel en el que Escalera compagina su trabajo personal con la docencia en grados y másteres en Madrid centrados en el storytelling, la capacidad de comunicar ideas con fuerza, y en la comprensión de los procesos productivos y la reivindicación de la artesanía.

Y en El presente Perfecto nació el proyecto 'Soledad Gómez' en honor a una mujer de la que encontró toda su ropa en la puerta de un geriátrico y que ha estado vistiendo durante años. “Todas las prendas estaban etiquetadas con su nombre de forma que este es mi pequeño homenaje a esta mujer desconocida que ha tenido un impacto grande en mi vida”. Y así comenzó la búsqueda de prendas para darles una segunda vida. Escalera eligió camisas de seda. Una compra que va más allá porque establece un diálogo con sus propietarios “tratando de hacer una especie de trazabilidad emocional de las prendas y transcribiendo las conversaciones a las propias prendas”. El resultado, “prendas especiales y únicas” porque para su autora, “el vestir es un acto poético, de expresión y también de reivindicación”. Ahora su reivindicación es denunciar la situación en Gaza, ahora sus camisas de seda piden una 'Palestina Libre'.

"Si ella se va a Gaza a poner el cuerpo para que pase la ayuda humanitaria, algo podré hacer yo

A principios de junio, una conversación con una amiga que vive en Barcelona y que iba a participar en la Marcha Mundial a Gaza le hizo reflexionar. “Si ella se va a Gaza a poner el cuerpo para que pase la ayuda humanitaria, algo podré hacer yo”. Porque considera que todos podemos hacer algo “como decir lo que piensas en estos momentos tan relevantes. No nos tiene que dar vergüenza decir que defendemos al ser humano”, asevera. “Todo cuenta”, insiste, “todo el mundo puede aportar algo, lo primero diciendo lo que opina y evitar que la situación que está padeciendo el pueblo gazatí se olvide”. Escalera sigue distintos grupos de Telegram de la Marcha Global y esa es una de las principales reivindicaciones, la visibilización: “que ahora con las vacaciones de verano no nos olvidemos del genocidio que allí se está cometiendo”. Y ella ya se ha puesto manos a la obra.

Llaves y amapolas impresas en seda

Y es que tras la conversación con esta amiga que vive en Barcelona, solo quedaba un café con otra amiga para echar a andar el proyecto. En un desayuno temprano, le comentó a otra amiga su proyecto. Continuar dando una segunda vida a las camisas de seda, pero modificando las camias y mensajes pro Palestina. Esta conversación tuvo lugar a las ocho de la semana, a las nueve, su proyecto comenzó a andar.

Más de un mes después, sus camisas de seda ya llevan impresos los símbolos que utilizan los palestinos para reivindicar su causa. Símbolos como las llaves que guardaron las mujeres palestinas en la Nakba en 1948 y que desde entonces pasan de generación en generación convencidas de que algún día podrán volver. Símbolos como la sandía que además de reflejar la riqueza de la tierra de Palestina, también tienen los mismos colores que la bandera: rojo, blanco y verde o la amapola, como símbolo de resistencia.

Imágenes que esta riojana afincada en Madrid acompaña de textos. “Amo la ropa. Para mí es manifestación, acción, creatividad pura. He intervenido esta prenda como firme gesto poético. Un modo de acompañar desde lo que tenemos: el cuerpo, el gesto, la palabra. Al usarla estás acuerpando una causa urgente. Una causa que es todas las causas... ¡VIVA PALESTINA LIBRE!”. “Esta camisa ya había sido usada antes por alguien. Es de seda, suave e intensa, delicada y resiliente como todas nosotras. La he rescatado y estampado en mi estudio, El Presente Perfecto, queriendo hacer lo que mejor sé para poner mi grano de arena. La mitad de lo recaudado con las piezas de esta serie será donado a UNWRA para ayuda humanitaria al pueblo palestino”, son algunos de los textos que acompañan a las camisas de seda de en su viaje a una segunda vida y que dejan patente la voluntad de Escalera “de no mirar hacia otro lado porque no queremos ser cómplices de este genocidio”.

Y parece que está funcionando. De hecho, las camisas de Escalera ya han llegado a los armarios de personajes públicos comprometidos con la causa como Ana Wagener en la Fiesta del Cine Español. “También muchas personas anónimas que están acuerpando esta causa y que están colaborando con esta comunicación” y denunciando a la vez el genocidio que se está cometiendo allí. Gaza es un tema que le duele y así, entre sollozos, afirma que “esto es una cuestión de humanidad. No podemos dejarnos avasallar, no se pueden apoyar ciertos valores que no tienen ningún sentido, no nos tiene que dar vergüenza ni tenemos que tener miedo de decir que defendemos al ser humano”.