Solidez del Naturhouse en El Palacio
Segundo en Asobal a un punto del invencible Barcelona y con 4 de margen respecto a la tercera plaza que comparten Ademar, Villa de Aranda y Granollers. Así llega el Naturhouse La Rioja a noviembre, justo cuando la selección españoal toma el relevo a las competiciones domésticas. Diez días para preparar el siguiente duelo tiene Jota González (miércoles 11 de noviembre en tierras gallegas ante Teucro), tiempo para que sus hombres dosifiquen esfuerzos -salvo los internacionales- y puedan recuperar frescura en las piernas de cara a un mes y medio posterior que no va a dar respiro.
Por eso, el triunfo logrado este sábado en el Palacio ante Benidorm (32-26) era importante. Más allá de los dos puntos y de la octava victoria liguera había que comprobar cómo le había sentado al cuadro franjivino llevar siete días sin competir. Y se pudo observar que le costó acoplarse. Un 0-3 de parcial en 5 minutos que hizo saltar las alarmas. Pero los riojanos fueron mejorando sus prestaciones poco a poco. Ángel Fernández y Pedro Rodíguez asumieron protagonismo para dar caza a los alicantinos en el marcador: 6-6 (minuto 11). Estabilidad y normalidad hasta el 8-8. A partir de entonces, gracias al tanto de Malmagro (9-8) los locales ya no miraron hacia atrás.
La intensidad defensiva aumentó y la portería -hubo cambio de meta, Kappelin por Aginagalde- ayudó con paradas, con lo que el Benidorm se fue apagando. Tanto que en 16 minutos (desde el 7-8) sólo anotó dos tantos hasta el descanso. Por su parte, el Naturhouse había puesto el piloto automático. Desde atrás los locales iban lanzados para impedir que su rival creyera en poder sumar algo de su visita a Logroño. Los tantos de los extremos, una vez más, de Val y de Malmagro provocaron que la renta al descanso fuera de más 5 (15-10).
Sin apretar el acelerador
El Benidorm buscó la manera de volver a meterse en el duelo. Lo intentó durante el comienzo de la segunda mitad. Sabía que si apretaba un poco el electrónico, quizá a los locales les entraban dudas y se podían desajustar. Sin embargo, el intercambio de goles en los primeros compases del segundo acto fueron generando, con el paso de los minutos, falta de fe en los visitantes. Con rentas entre 4 y 5 tantos, el choque se decantó cuando el Naturhouse abrió la diferencia hasta los 7 (21-14, minuto 39) e incluso se llegó a los 8 (31-23, minuto 54).
Los puntos se quedaban en el Palacio y sólo había que cumlir con el eexpediente. No bajar los brazos demasiado, mantener el ritmo competitivo y confiar en alcanzar el final. Sin fisuras, con alguna alegría defensiva, pero regular y constante en ataque los de Jota González controlaron un duelo que se puso espeso al comienzo, pero que después se convirtitó en un trámite. Algo que parece habitual, pero que requiere concentración y trabajo en un bloque, el franjivino, con varios frentes abiertos y que continúa pletórico en Asobal. El 32-26, la defensa levantó un poco el pie, final no dejó lugar a las dudas de un cuadro riojano que se toma un respiro hasta su próxima cita.
Naturhouse La Rioja: Aguinagalde (p), Pedro Rodríguez (4), Malmagro (7,3p), Stenmalm (3), Vigo (2), Garabaya y Ángel Fernández (6), siete inicial, Kappelin (p), Val (3), Molina (4), Cacheda (2), Miguel Sánchez, Cadarso y Garciandía (1).
Benidorm: Moyano (p), Ramos (2), Oliver Hernández, Marchán (5), Folques, Cuartero (2p), David Jiménez (7), siete inicial, Chantada (p), Amarelle, Javier Sánchez (1), Emilio Esteban (3), Grau (5), Salinas e Ignacio Vallés (1).
Parciales: 0-3, 3-6, 8-8, 10-8, 13-8, 15-10 (descanso), 18-14, 21-15, 23-18, 28-22, 31-24 y 32-26 (final).
Árbitros: Hermoso y Monjo. Excluyeron por dos minutos a los locales Miguel Sánchez, Val, Molina, Garabaya (2) y Stenmalm; y a los visitantes Grau, Cuartero y Ramos (2).
Incidencias: Alrededor de 1.300 espectadores en el Palacio de los Deportes.
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