Trámite superado sin sobresaltos
La Liga es lo que importa. Más allá del resultado, la Unión Deportiva Logroñés debe estar satisfecha con lo mostrado en Sevilla. Allí se plantó con la eliminatoria ya resuelta en la ida (0-3) y con la intención de no bajar los brazos, de correr, de pelear, de trabajar y de luchar por cada balón. Nada de relajarse. El premio de vivir la experiencia de enfrentarse a un club de Primera y en un escenario como el Sánchez Pizjuán bien merecían la pena.
Además, Carlos Pouso, viendo la actitud y la intensidad exhibida por los blanquirrojos -el martes de azul-, había preparado a conciencia el duelo. Cambió su habitual dibujo y aunque podía pensarse que los tres centrales y los dos carrileros eran una muestra de debilidad, sobre el campo no se advirtió nada de miedo. Al contrario, con Birane Ba y Arnedo en el medio y con tres hombres de ataque (Álvaro González, Míchel e Íker Alegre) el cuadro riojano insitió en la presión alta. Que Íker Alegre rematara a los 22 segundos fue una declaración de intenciones.
Claro que eso también conlleva sus riesgos cuando el oponente supera la primera línea de presión. Pasa lo que ocurrió en el primer gol encajadao. Ataque visitante con centro de Miguel Santos desde la derecha, David Soria despeja y el balón le llega a Cristóforo que monta una contra perfectamente ejecutada por Inmbole. Apenas 15 minutos y el buen planteamiento de la UDL se podía venir abajo. Y eso que el Sevilla pudo adelantarse previamente gracias a un remate de cabeza de Diego González en una falta lateral -impactó en el larguero- y a una acción de Kakuta, que falló ante Fermín.
Golazo de falta de Reyes
Pese a todo, el cuadro riojano no se demoronó. Lo siguió intentando. Porfío y Álvaro González -muy motivado dado su pasado en el Betis- se encontró con dos grandes manos de David Soria. El esfuerzo no obtenía recompensa. El Sevilla, amparado en la profesionalidad de sus futbolistas, no desaprovecha sus oportunidades. Fermín evitó el segundo del delantero italiano. La calidad hispalense era determinante y las ocasiones se sucedían bien en transiciones bien a balón parado. En este tipo de acciones, vino la sentencia de Reyes, con un gran lanzamiento de falta directa en la recta final del primer tiempo.
Y en el segundo acto no hubo freno. Reguilón y Titi -junto a Paredes ocuparon el sitio de Álvaro González y Míchel- gozaron de dos libres directos en la frontal. El ritmo había decrecido, lo que favorecía a la UDL, que no sufría tanto. Pouso recompenía su esquema tradicional con Jacobo junto a Muneta (entró por Birane Ba en la última media hora) dejando más libertad al chaval del filial Arnedo.
Era momento para replegar, estar ordenados y evitar más goles. El tiempo pasaba sin que Fermín tuviera mucho tajo y sin que hubiera grandes alicientes, salvo un gol anulado por fuera de juego a Inmobile. La pausa varió cuando Iborra vio la roja por una entrada sobre Íker Alegre a falta de 8 minutos. Fue la única novedad, como la de ver a Titi en la que todo apunta será su demarcación frente al Tudelano, lateral derecho, ante la ausencia de Miguel Santos, por sanción, y de Edu Payá y Julio Rico, lesionados. En definitiva, a pensar en la Liga, en el día a día.
Sevilla: David Soria; Coke, Luismi, Diego González (Kolo, min. 67), Escudero; Cristóforo, N’Zonzi (Llorente, min. 76); Kakuta, Iborra, Reyes (Curro, min. 67); e Inmobile.
UD Logroñés: Fermín; Miguel Santos, Borja, Jacobo, Adrián León, Reguilón; Birane Ba (Muneta, min. 58), Arnedo; Álvaro González (Paredes, min. 46), Míchel (Titi, min. 46) e Íker Alegre.
Goles: 1-0, min. 15: Inmobile. 2-0, min. 39: Reyes.
Árbitro: Jesús Gil Manzano (Colegio Extremeño). Mostró roja directa al local Iborra (min. 82). Amonestó al local Coke (min. 75) y a los visitantes Borja (min. 33) e Íker Alegre (min. 85).
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