Vacas con collares GPS y vallado virtual para asegurar el aprovechamiento y la limpieza antiincendios de todo el monte

Las vacas de la Ganadería EDA que habitan los montes de Matute tienen colgado desde hace unas semanas un peculiar collar. Se trata de un dispositivo GPS que las localiza en todo momento y que permite establecer vallados virtuales, con los que sus ganaderos, Ana González y David Ceballos, quieren promover la regeneración de los pastos de esta sierra de La Rioja, asegurando la alimentación natural de sus vacas y la limpieza de todo el monte, fundamental para la lucha contra los incendios.

Estos collares GPS son la base de un campo demostrativo, una línea de ayudas con financiación regional, nacional y Europea que impulsa la aplicación de nuevas prácticas para que las producciones sean más competitivas en los mercados, ofreciendo productos más adaptados a la demanda y optimizando los costes de producción. Con el proyecto de Ganadería EDA, titulado Pastoreo Virtual, buscan, según explica Ana González, que estas vacas “aprovechen a diente el suelo y que no dependan tanto ni de forrajes ni de piensos para ahorrar costes”. Por eso, se sirven de la tecnología para mejorar la gestión de los suelos con el objetivo de que “haya siempre bastante pasto, que crezca fértil y con muchos nutrientes para que las vacas crezcan bien y no tener que suplementarlas”.

A través del ordenador, los ganaderos establecen una o varias superficies que cercan de forma virtual y las vacas que quieren que permanezcan en él. El GPS del collar las localiza y emite un pitido cuando se salen del vallado o un calambre de unos segundos si continúan fuera. Por el momento, los métodos de disuasión no son infalibles, pero sí permiten a los ganaderos saber donde están, incluso desde el móvil. “Y vamos nosotros y las acercamos”, apunta González.

“Con esto lo que buscamos es regenerar el suelo para que aprovechen lo máximo posible los pastos que hay, que lo abonen, lo pisoteen y que en el siguen ciclo no salga tanto matorral ni tantas malas hierbas y poder mantener bien el monte”, explica la ganadera su proyecto. Así, van cambiando a las vacas de zonas para lograr el aprovechamiento de todo el monte, algo que no solo es fundamental para que las vacas están bien alimentadas, también para la prevención de los incendios. “Queremos dejar en pocos días todas las vacas posibles en una zona de pasto para que lo coman y lo pisen, lo dejan a ras. Y así ir zona tras zona, sobre todo para el tema de incendios. Porque cuando viene una primavera muy lluviosa, si en verano no lo han aprovechado, se queda todo seco y es mucha materia que se puede incendiar muy fácilmente”, explica con detalle esta ganadera.

De momento están satisfechos. La localización es muy precisa y mejora su trabajo. “Sobre todo por la tranquilidad de saber dónde están y evitar que salgan a la carretera y puedan ocurrir accidentes”, apunta. Además, en la actual época de partos, que esta tecnología marque también los recorridos de las vacas, permite a los ganaderos localizar a los terneros más fácilmente.

El vallado virtual permite localizar y desplazar al ganado, pero manteniendo siempre la apuesta de Ganadería Eda por la ganadería extensiva, en la que los animales se crean en libertad. De hecho, esta misma ganadería tiene ovejas con las que hace una trashumancia dentro de Sierra de la Demanda, entre el valle, en Santo Domingo de la Calzada y el monte, en Matute. Además, este campo demostrativo está ligado a la inscripción en ecológico de las 40 vacas de raza asturiana de Ganadería Eda.

Solo hay tres ganaderías ecológicas en La Rioja, esta de Matute, una en Sorzano y la explotación que el Gobierno de La Rioja tiene en Pazuengos. Estos animales no comen piensos transgénicos, ni con químicos ni con pesticidas y los forrajes solo pueden venir de pastos ecológicos. Por eso, el aprovechamiento al máximo de los pastos de Matute es todavía más importante. El proyecto innovador servirá también para analizar la evolución de los nutrientes de la tierra.

En lo alto de los montes de Matute, a 40 vacas están uniendo sin darse cuenta las técnicas ganaderas de toda la vida, la de la ganadería extensiva, el pastoreo y la alimentación natural, con las más innovadoras, la geolocalización precisa de cada animal y los vallados virtuales. Todo ello para mejorar el aprovechamiento de los pastos, para el alimento ecológico de las vacas y la prevención de incendios. Todo ello cambiando el cencerro por el GPS.