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¿Compras un décimo a medias de la Lotería de Navidad 2025? Esto es lo que tienes que tener en cuenta

Las participaciones conjuntas en el Sorteo Extraordinario Lotería de Navidad forman parte de la costumbre española y cada año se repiten entre amigos, familiares o compañeros de trabajo. El reparto del precio de un décimo parece sencillo, pero si el número resulta premiado y el acuerdo no está documentado, la falta de pruebas puede generar disputas.

La legislación considera estos billetes como documentos al portador, de modo que el premio pertenece a quien tenga físicamente el boleto. Esta circunstancia provoca que un gesto de confianza se convierta en un problema legal cuando no hay constancia escrita del reparto.

Un error fiscal puede convertir un premio en un quebradero de cabeza

El error más grave ocurre cuando el premio lo cobra una sola persona sin identificar al resto de los participantes. La Agencia Tributaria puede interpretar que se trata de una donación entre particulares, con obligación de abonar el Impuesto de Sucesiones y Donaciones. Además, si no se demuestra que el dinero pertenece a varios, el beneficiario único podría ser sancionado por reparto no declarado. Para evitarlo, los expertos en derecho tributario insisten en documentar la participación desde el momento de la compra, no después del sorteo.

La Organización de Consumidores y Usuarios recomienda la fotocopia firmada del décimo como el método más seguro. La persona que guarda el billete debe firmar cada copia con su nombre completo y número de documento de identidad, e incluir los datos de los participantes, las cantidades aportadas, el número, serie, fracción y la fecha del sorteo, el 22 de diciembre de 2025. Cada jugador conserva su copia firmada, lo que constituye una prueba sólida en caso de conflicto. Este sistema es aceptado por los bancos y por Hacienda, que lo consideran una acreditación válida de la participación compartida.

Cuando se elige la opción digital, como enviar una fotografía del décimo por mensajería o correo electrónico, la imagen debe ir acompañada de un mensaje con los mismos datos. Aunque resulta práctico, este método es más vulnerable a impugnaciones, ya que las capturas de pantalla pueden manipularse. Se aconseja conservar el chat original y hacer copias de respaldo. Si el grupo mueve grandes cantidades de dinero o participa de manera habitual, el contrato de participación formal ofrece una garantía adicional. Este documento, firmado por todos, detalla los porcentajes y la titularidad de cada parte.

En los matrimonios bajo régimen de gananciales, la ley presume que el premio pertenece a ambos cónyuges por igual. En cambio, en separación de bienes, solo la persona que compró el décimo figura como propietaria, salvo que exista prueba de compra conjunta. Por esa razón, los notarios recomiendan aplicar las mismas precauciones que con cualquier otro grupo de jugadores y dejar constancia de la participación del otro miembro de la pareja.

Para cobrar, cada jugador debe identificarse ante el banco

El cobro del premio requiere la identificación completa de los participantes. Cuando la cantidad supera los 2.000 euros, todos los implicados deben acudir al banco con el documento que acredite la participación y su documento de identidad. El banco puede ingresar el total en la cuenta del custodio o distribuirlo directamente según los porcentajes indicados. Este procedimiento evita que la Administración interprete el reparto posterior como una donación encubierta.

La fiscalidad de los premios se rige por un límite de exención de 40.000 euros por décimo. A partir de esa cifra, el exceso tributa al 20%. Si el Gordo de 400.000 euros se divide entre cuatro personas, cada una recibe 82.000 euros tras la retención correspondiente. En un segundo premio de 125.000 euros compartido entre dos, la ganancia neta por persona es de 54.000 euros. La clave está en que la exención se aplica por billete, no por jugador, por lo que la documentación del reparto resulta esencial para justificar las cantidades ante Hacienda.

Las dudas más comunes se refieren a la pérdida del décimo, la compra digital y la modificación de participaciones. Si el billete desaparece, es necesario denunciarlo y aportar las pruebas disponibles. En el caso de billetes adquiridos por Internet, las plataformas oficiales de Loterías y Apuestas del Estado emiten justificantes electrónicos válidos que detallan cada participación. Los acuerdos posteriores a la compra solo tienen validez si todos los jugadores los firman de nuevo. En cualquier caso, los premios no se declaran en el impuesto sobre la renta, aunque sí pueden tener consecuencias fiscales si se reparten sin control documental.

La tradición del sorteo navideño mantiene su atractivo cada diciembre y compartir un décimo sigue siendo una costumbre muy extendida. Hacerlo con las medidas adecuadas garantiza que la alegría del premio llegue a todos los participantes sin complicaciones administrativas ni reclamaciones posteriores.