El Consorcio Regional de Transportes, integrado por la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento, ha tenido que indemnizar en cinco ocasiones a la empresa que explota el tramo de Metro que llega hasta el aeropuerto de Barajas (una ampliación de la línea 8) por una baja demanda de viajeros. El Gobierno regional achaca la situación a la competencia del autobús exprés al aeropuerto, un servicio municipal que parte desde Atocha y cuyo precio es de cinco euros.
El Consorcio de Transportes ha recurrido a esta fórmula compensatoria en cinco ocasiones. Solo en 2015, la concesionaria recibió 1,2 millones de euros por la pérdida de viajeros que se decantaron por la EMT en 2011, 2012 y 2013. A lo que hay que sumar ahora, al menos, otros 300.000 del año 2018.
La Comunidad de Madrid aprobó la semana pasada una inyección de dinero público de 305.727 euros más IVA a Globalvia, la compañía que gestiona el tramo del suburbano, según ha publicado El Mundo. La justificación de la indemnización es que la Línea Exprés de la EMT que conecta la estación de trenes de Atocha con el aeropuerto de Madrid le quitó 287.504 viajeros al Metro durante 2018.
Se trata de un mecanismo de compensación porque la ruta de autobús al aeropuerto no existía cuando Esperanza Aguirre inauguró la ampliación de la línea 8. Fue pocos días antes de las elecciones de 2007. Entonces el Gobierno regional dijo que este nuevo tramo sería utilizado por 20.000 usuarios al día. 12 años después, los datos oficiales aportados por la Comunidad de Madrid y Globalvia a El Mundo distan de esa cifra. Según la Consejería de Transportes se registraron 2,9 millones de entradas y salidas en la estación de Metro de la T4 al año (menos de 8.000 al día); y en la concesionaria precisan que el número de viajeros el año pasado ascendió a 1.764.728.
La Línea Exprés desde Atocha se inauguró en 2010 y no estaba contemplado en el pliego de condiciones de la concesión de la línea 8, según argumenta el Gobierno regional.
El montante de la indemnización se ha calculado sobre la base del número de viajeros que decidieron desplazarse en 2018 en los autobuses de la EMT. Esa cifra se ha multiplicado por el precio del billete por viajero (1,06 euros) que recibe como remuneración la adjudicataria de la explotación del tramo de Metro que une Barajas con las terminales desde donde despegan los aviones, excluyendo a los usuarios del abono transporte y a los trabajadores del aeródromo madrileño.