“No ha cumplido la normativa. La orden de cierre será ejecutada de inmedianto”. Son palabras del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, este miércoles a mediodía. Las pronunció ante los medios en la visita a un nuevo centro multifuncional de la capital, poco después de que ABC desvelara la petición municipal para clausurar uno de los hoteles cápsula de la ciudad: el Gallery Hostel Madrid, en el barrio de Opañel (Carabanchel). Estos negocios se han popularizado a raíz de la crisis por la vivienda, poniendo a disposición del cliente unos pequeños habitáculos de apenas tres metros cuadrados –en total, 26 con camas individuales y 14 dobles– con siete baños compartidos y algunas zonas comunes.
Está en la calle de La Solana de Opañel, en el número 20. El precio ronda los 25 euros la noche, cuando en primer vistazo en plataformas como Booking lo raro es encontrar habitaciones para uno por el doble. En este caso funcionaba como una especie de residencia para estudiantes, aunque desde Urbanismo constatan que el local no tenía convenios con ninguna universidad. El año pasado, sus propietarios presentaron una declaración responsable para legalizarlo como albergue estudiantil, que es un documento que acredita que un negocio posee las características mínimas para operar bajo una categoría concreta.
Sin embargo, la Gerencia de la Agencia de Actividades (ADA) determinó el 4 de octubre de 2024 que no cumplía los requisitos y declaró la propuesta ineficaz, ordenando el cese de esta actividad. Medio año después, el pasado 26 de febrero, agentes de la Policía Local constataron que el establecimiento permanecía funcionando como hasta ahora e incumplía, por lo tanto, la resolución municipal. Entonces se inició un expediente para precintar la zona por operar sin licencia; pero meses más tarde, la situación no ha cambiado.
Almeida apremia en sus declaraciones de este mediodía a ejecutar lo antes posible esta orden de cierre y sin embargo, los plazos no están claros. Fuentes de la Policía Municipal indican a Somos Madrid que los dueños del Gallery Hostel de Carabanchel han recurrido la solicitud a la Agencia de Actividades, que es el órgano dependiente del Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad encargado de tramitar procedimientos de licencia o declaraciones responsables.
“Hasta que no se resuelva definitivamente no tendremos una orden de precinto y, por lo tanto, no podremos iniciar el cierre”, determinan las mismas fuentes, que aseguran que el dueño ya afirmó que no acataría la petición. Finalmente, continúa peleándolo por la vía administrativa. La recepcionista que atiende nada más acceder al hostal señala desde el inicio que no haría declaraciones, y emplaza cualquier pregunta sobre el proceso abierto a los propietarios.
Este periódico ha intentado ponerse en contacto con la dirección del local a través de todas las vías que ofrece su página web, pero al momento de publicarse este artículo no ha obtenido respuesta. Según se detalla en la misma, el alojamiento ofrece a sus huéspedes ropa de cama y toallas, cerradura electrónica en todas las cápsulas y duchas con gel y champú. Uno de los baños, además, aparece como adaptado. “Los aseos están limpios, pero en las camas es imposible pasar más de dos o tres jornadas”, resalta Tobías, uno de los clientes que esta mañana salía del hotel para dar un paseo.
Es un joven alemán, de no más de 30 años, que llegó el lunes al Gallery Hostel de Madrid porque necesitaba pasar unos días en la ciudad. Está buscando piso: es informático y en unos meses se muda por trabajo y, de todo lo que ha visto para estancias cortas, esto le parecía lo más rentable. “Pago 25 euros por noche y estoy relativamente cerca del centro, aunque me voy mañana y creo que no aguantaría mucho más”. Le gusta el sitio, pero es demasiado pequeño. Necesita encontrar algo más estable cerca del aeropuerto, donde está su oficina, y no encuentra nada por menos de 400 euros.
“He vivido en Múnich, donde los precios son caros como en Madrid, así que estoy acostumbrado”, incide sobre su experiencia de búsqueda. Él es de Constanza, al sur del país germano. Lo que no sabía era la situación en la que se encontraba el hotel cápsula en el que ha decidido pasar estos días. Ya en 2021, meses antes de entrar en vigor las nuevas normas urbanísticas --aprobadas en el primer Pleno convocado por el equipo de José Luis Martínez-Almeida con mayoría absoluta--, el alcalde advertía que los pisos colmena y los hoteles cápsula eran “incompatibles” con la ciudad de Madrid. Por el momento, quedará esperar hasta saber si este negocio sobrevive o no a la ofensiva municipal.