El pasado sábado, 27 de septiembre, el colectivo de La Huerta de Tetuán organizó un paseo feminista por los barrios de la Ventilla y Castillejos, en Tetuán. La actividad, que venía a completar el ciclo de recorridos en busca del rastro de mujeres en todos los barrios del distrito, es solo el último ejemplo del potente trabajo cultural que la huerta vecinal de la calle Matadero realiza en su entorno, incluso lejos de los bancales.
La nota de atención es pertinente porque la importancia social y cultural emanadas de La Huerta de Tetuán es uno de los argumentos que sus usuarios esgrimen para reivindicar su continuidad, que actualmente se encuentra en peligro.
El Ayuntamiento de Madrid quiere que el huerto, que fue impulsado por el propio consistorio del PP en tiempos de Ana Botella y lleva doce años siendo gestionado por los vecinos, sea desalojado con la mayor brevedad posible. Aducen la necesidad de ampliar el patio del contiguo Colegio Público Juan Ramón Jiménez y añaden que la huerta podría estar causando humedades en el centro.
Desde el colectivo de hortelanos niegan que el origen de las humedades proceda del huerto, y explican que el edificio de 1950, que lleva años sin pasar favorablemente una Inspección Técnica de Edificios, sufre este tipo de problemas desde mucho antes de existir la huerta. Reclaman, como solución, una inversión suficiente que garantice la solución de los problemas estructurales del edificio.
Pero el punto clave de sus reivindicaciones radica en los tiempos. No entienden que se deje al barrio sin el espacio cuando, previsiblemente, queda un periodo largo de licitaciones, diseño del proyecto y trámites entre administraciones (pues implica a la Comunidad de Madrid y al Ayuntamiento).
El jueves 9 de octubre a las 18.30 h., coincidiendo con la celebración del pleno mensual del distrito, han convocado una concentración a las puertas de la Junta Municipal de Tetuán, situada en el número 357 de la calle Bravo Murillo. En sintonía con el humor y la imaginación que caracteriza a la asamblea de La Huerta de Tetuán, piden a los asistentes que, en la medida de los posible, luzcan la etiqueta requerida para el evento. “¡Te necesitamos! Ven vestida de hortelana y abraza la huerta”, dicen en la convocatoria.
La Huerta de Tetuán nació de un solar abandonado en 2013 en el contexto de un proyecto estrella del Ayuntamiento llamado Paisaje Tetuán, por el que se llevaron a cabo distintas acciones artísticas y de pequeño urbanismo. Desde entonces, está abierta a todo aquel que quiera asistir a trabajar y disfrutar de las actividades que realizan, que incluyen cine de verano, reuniones vecinales, conciertos, presentaciones de libros o actividades para los más pequeños, entre muchas otra iniciativas.
No es la primera vez que apelan a la administración pública de proximidad en su intento de seguir adelante. Una de las acciones que el entorno de la huerta ha llevado a cabo es una campaña de escritos a la Junta de Distrito de Tetuán. En la respuesta tipo que están recibiendo muchos de los vecinos que escribieron para respaldar la permanencia del espacio, la administración pública incide en que “el distrito de Tetuán no gestiona la parcela del Huerto de Tetuán (sic). No puede autorizar ni denegar su mantenimiento, porque no es el órgano competente”. Sin embargo, desde La Huerta de Tetuán explican que fue la Junta de Distrito la que inició el proceso para desalojar el solar, trasladándoselo, eso sí, al Área de Urbanismo, en cuyas manos están.
Desde el grupo participante en el huerto urbano autogestionado también muestran sorpresa al leer en las contestaciones que “se están buscando soluciones y estudiando la posibilidad de traslado a otra parcela del distrito”. El asombro viene de que a ellos nadie les ha dicho nada al respecto. “Buscamos soluciones para vosotras sin vosotras”, responden con ironía, recordando que en la única reunión que se les ha concedido, el pasado mes de junio, se les pidió que buscaran ellos mismos un espacio. Desde entonces no han vuelto a abrirles las puertas, pese a que han solicitado nuevas reuniones.
En todo caso, la petición de La Huerta de Tetuán no pasa porque el colegio no amplíe el patio sino porque el espacio pueda seguir desarrollando su actividad hasta que la obra sea inminente. Mientras, continúan buscando apoyos y diseñando un calendario de acciones para reivindicar que el espacio que actualmente ocupa La Huerta de Tetuán no se convierta en un solar vallado a la espera de una intervención que aún está por definir. La próxima acción: llevar el próximo 9 de octubre la propia huerta a la Junta de Distrito.