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El Gobierno de Castilla y León premia a la empresa que sirvió gusanos en la sopa de colegios de León

No solo no se le sanciona, por ahora, sino que se le premia. La Junta de Castilla y León premia a la empresa Serunión, que sirvió gusanos en la sopa de cinco colegios de León renovándole el contrato del servicio. Es más, en el Boletín Oficial de esta región se dice que se concede este servicio por “la calidad y la variedad de los menús”. Los padres, o el PSOE en esta Comunidad Autónoma, no están muy acuerdo y desde un principio pidieron que se rescindiera el contrato a la empresa.

Pero ni lo rescinden ni lo vuelven a estudiar. Se lo renuevan. En el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) de ayer la renovación del contrato, 20 días después de que aparecieran los gusanos. O 15 días más tarde desde que la Junta de Castilla y León anunciara la apertura de un expediente a la empresa Serunión.

Esta sociedad mantendrá el servicio de comedores hasta el año 2017, por lo que recibirá cinco millones de euros por servir la comida en casi 50 centros escolares de León y su provincia. La adjudicación se aprobó el 5 de septiembre, un mes antes de la aparición de los gusanos en la sopa de cinco centros escolares leoneses. Pero el 4 de noviembre, cuando ya se habían descubierto los gusanos, la directora provincial de Educación de León, Emilia Villanueva, firmó el nuevo contrato.

O lo que es lo mismo, que esta directora provincial de Educación, antigua procuradora del PP en las Cortes de Castilla y León, ratificó este contrato cuando ya se conoció la existencia de gusanos.

La empresa Serunión concurrió a este contrato en una Unión Temporal de Empresas (UTE), con el grupo Lince Asprona; y otra empresa, De Celis, prestará el servicio de comedor a otros colegios de León por 4,5 millones de euros.

Según se recoge en el Bocyl, para firmar estos contratos se ha tenido en cuenta “que han sido las ofertas más ventajosas económicamente, la calidad y variedad de los menús, la contratación de personal discapacitado, las mejoras den la atención al alumnado, la organización del servicio y el departamento dietético-nutricional”.

Ante ello, la portavoz del PSOE en las Cortes de Castilla y León, Ana Redondo, calificó ayer de “intolerable el empecinamiento de la Junta en los errores” y se pregunta si el Gobierno de esta región “vela así” por la “calidad de los servicios públicos” y por la “calidad de los que comen nuestros hijos en los comedores escolares”.

Por su parte, el consejero de Educación, Juan José Mateos, dijo que no se rescindió el contrato con Serunión porque “los contratos están para cumplirlos” y porque “hay un expediente abierto, una investigación que se tiene que terminar y que tiene que calificar la gravedad de lo que están investigando y lo que ha sucedido”.

Además, dejó clara cuál era su posición a la posible vuelta a una gestión pública de los comedores escolares, como pide IU en esta región: “un debate en el que podamos mejorar los comedores parece oportuno y lo vamos a hacer, pero una vuelta atrás a una situación que ahora mismo no lo podríamos atender, me parece que no es posible”.

No solo no se le sanciona, por ahora, sino que se le premia. La Junta de Castilla y León premia a la empresa Serunión, que sirvió gusanos en la sopa de cinco colegios de León renovándole el contrato del servicio. Es más, en el Boletín Oficial de esta región se dice que se concede este servicio por “la calidad y la variedad de los menús”. Los padres, o el PSOE en esta Comunidad Autónoma, no están muy acuerdo y desde un principio pidieron que se rescindiera el contrato a la empresa.

Pero ni lo rescinden ni lo vuelven a estudiar. Se lo renuevan. En el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) de ayer la renovación del contrato, 20 días después de que aparecieran los gusanos. O 15 días más tarde desde que la Junta de Castilla y León anunciara la apertura de un expediente a la empresa Serunión.