El viejo rockero por excelencia en España es, sin duda, Miguel Ríos. Tuvo una despedida hace unos años atrás con ‘Bye, bye Ríos’, pero aquel tiempo posterior de descanso y reflexión le valió para crear nuevas canciones que se plasmaron en su disco ‘Un largo tiempo’ publicado en 2021. Antes de ello, el cantante granadino llevó a cabo otra gira, ‘Sinfónico Ríos’, en la que una selección de sus canciones fueron adaptadas a una gran orquesta sinfónica con la que recorrió, de nuevo, parte de la geografía española.
Tras ese tiempo de reflexiones, Miguel Ríos introdujo cambios en lo que iba a ser su futuro inmediato. Los grandes escenarios quedaron atrás para cambiarlos por un formato más reducido, en acústico, como se pudo comprobar durante su tournée sosegada a raíz de la publicación de ese disco de 2021. Un formato que fue muy enriquecedor para el rockero de Granada, que consciente de la edad que ya atesoraba plasmó los problemas de los más mayores, en las letras de sus nuevas y aceptadas canciones por sus seguidores. Entre aquellos conciertos más íntimos y los que ahora desarrolla por diversos teatros y auditorios de nuestra Piel de Toro, se coló un 40º aniversario: Rock’n’Ríos. En 2025 regresa a la carretera con más sosiego, pero con la misma energía. Esta noche del sábado, a partir de las 20:00 horas, podremos disfrutar de su concierto en el Teatro Romea.
¿Los escenarios son una adicción para ti?
Pues parece que sí (risas). ¿Sabes lo que ocurre? Que es una necesidad de compartir con el público las canciones y recibir tanta interactuación entre público y músico. La verdad es que esta nueva gira está resultando muy satisfactoria, tanto en este plano como en general.
¿Por qué ‘El último vals’? Has explicado que es una canción que da título a tu disco recién aparecido en el mercado, pero muchos lo han venido leyendo como tu despedida y parece que andaban equivocados.
No pretendo utilizar dos despedidas. Me despedí con ‘Bye, bye Ríos’ hace casi 16 años ya. Lo que sucedió entonces es que andaba muy desmotivado para crear nuevas canciones y eso me llevó a dejar los escenarios. Lo que ocurre es que, por medio, se cruzó el regreso de ‘El gusto es nuestro 20 años’ en 2016, con Víctor Manuel, Ana Belén y Serrat y bueno, tras ello me animé a crear nuevas canciones y continuar con la música y los escenarios, pero con una fórmula más reducida en cuanto a músicos. De todo aquello surgió ‘Un largo tiempo’ y aquel periplo de conciertos de 2021.
Hasta el momento, esta gira está resultando muy positiva en asistencia de seguidores. Pero comenzó con una polémica en las redes sociales, por tu apoyo a lo que sigue sucediendo en Gaza.
¿Sabes lo que sucede? Que yo no consumo Redes Sociales, entonces no doy pábulo a todo eso. Pero sí confirmo que estoy en la misma línea de muchos ciudadanos, que estamos espantados de que se esté matando, en el siglo XXI, a tanta gente en Gaza o en la guerra de Ucrania. Son situaciones que nos preocupan y espantan al tiempo. Y claro que hay que denunciarlo e intentar que esa situación acabe.
Una vez más, Miguel, queda cristalino que tu compromiso social y político sigue tan vivo, como lo ha estado desde tu juventud.
En mi juventud, se nos inculcaba en las casas que no debíamos hablar de política; vamos, no complicarnos la vida. Y yo, por entonces, estaba más en la música. Cuando grabé el ‘Himno a la Alegría’ y viajé por el mundo con él fue cuando tomé conciencia de la realidad. Aquel eslogan que creó Fraga de ‘España es diferente’ era cierto, pero al contrario o en sentido negativo en relación con otros países. En suma, que desde aquel momento mi compromiso social y político tomó cuerpo y la vida lo ha ido desarrollando.
Regresemos a la música que, al fin y a la postre, es tu vida. No puedo evitar pregustarte si ya estás recogiendo “saber”, para cuando finalice este nuevo periplo de conciertos. ¿Ya tienes nuevas ideas para seguir componiendo?
En estos momentos estoy más en esta gira, que pensando en componer. Estoy muy centrado en las canciones de este último disco, porque las voy puliendo y afinando cada día. Les cambio la letra, las estudio más detenidamente para que conforme avance la gira se vayan perfeccionando. Lo de componer, siempre hay momento para ello, pero ahora no me inquieta. Esta gira va a ser larga, porque seguirá en 2026; llegaremos al verano y haremos conciertos al aire libre. Y luego, nos daremos una vuelta por Latinoamérica, pero de manera sosegada.
Una vez más, Murcia vuelve a estar en tu recorrido y de las primeras en esta ocasión. Supongo que esta tierra te trae suerte y buenos recuerdos de tiempos pasados.
Desde hace muchos años. Recuerdo que la primera vez que actué en el Teatro Romea fue por 1963, en unos festivales benéficos que organizaba un sacerdote muy querido aquí. Fui, creo recordar por entonces, con Karina y otros grupos y cantantes. Y después de aquel concierto, me fui a conocer La Manga que tenía unas casetas de playa para cambiarte de ropa. La verdad es que Murcia siempre me ha dado mucho, sus gentes y su gastronomía; cómo olvidar el mítico Rincón de Pepe y a Raimundo, su Chef. Como llegaré con tiempo, me propongo pasear por la ciudad y volver a ese u otro restaurante de la ciudad, antes del concierto.
Y ¿después? ¿Seguirás hasta que el cuerpo aguante, como señalas en una de tus canciones?
Esa canción está incluida en esta gira. Pues sí. Me cuido mucho, para poder defender mis canciones y mis conciertos. Y mientras pueda voy a continuar con ello. Espero que el concierto del Romea sea un reencuentro con muchos amigos y seguidores de mi música. Los murcianos y granaínos somos hermanos, como decía mi madre.
Los compromisos de Miguel Ríos se reflejan en las letras de sus canciones y en este último disco, ‘El último vals’, se pueden encontrar por todas ellas. Valga, como ejemplos, la titulada ‘No es la tierra, estúpido. ¡Eres tú!’, cuya letra hace mención de los negacionistas del clima, los terraplanistas, los difusores de bulos. O ‘La buena orilla’, que habla de aquel cayuco que apareció en las costas de Brasil, con todos sus ocupantes muertos, al extraviarse en el Atlántico y en lugar de dirigirse a las Canarias aparecieron en el país carioca.
Es el auténtico Miguel Ríos. Sin conservantes ni colorantes, en estado puro. Con más años que cuando actuó por primera vez en el Teatro Romea de Murcia, pero con el mismo alma y espíritu de siempre. Más cultivados ambos, pero inquebrantables. Esta noche, a partir de las 20:00 horas, nos volverá a envolver en la magia de sus canciones. Gracias, Miguel.